1. Puro latino 2023


    Fecha: 17/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Historiador, Fuente: CuentoRelatos

    ... más. Sujetándola por los muslos, la embistió de golpe, haciéndola soltar un grito ahogado.
    
    —Ohh… sí… dame más… —gemía Lidia mientras Dani empezaba a follarla con fuerza.
    
    El sonido de sus cuerpos chocando llenaba la tienda. Jose se agarró la polla dura y comenzó a masturbarse, hipnotizado por la escena. Veía cómo Dani hundía su verga una y otra vez en el coño de su novia, cómo ella gemía sin contención, completamente entregada.
    
    —Te encanta esta polla, ¿eh? —gruñó Dani, sujetándola de las caderas mientras la embestía sin piedad.
    
    —Sí… me encanta… fóllame más fuerte… —jadeaba Lidia, agarrándose a sus hombros.
    
    Jose apretó los dientes, sintiendo cómo la escena lo hacía estremecer de placer. Pero aquello solo estaba comenzando.
    
    Con un movimiento hábil, Lidia empujó a Dani y se colocó encima, guiando su polla dentro de ella mientras se sentaba sobre él. Sus manos descansaban en su pecho, y comenzó a moverse con maestría, cabalgándolo con movimientos rápidos y profundos.
    
    —Mmm… qué zorra eres, cómo te gusta montar la polla… —murmuró Dani con una sonrisa oscura.
    
    —Me encanta… tu polla está tan dura… —susurró morbosamente Lidia mientras aceleraba el ritmo.
    
    Jose jadeaba mientras veía el cuerpo de su novia brillar de sudor, sus tetas rebotaban con cada embestida y su coño devoraba la polla de Dani sin descanso.
    
    Pero Dani aún quería más.
    
    Con un movimiento brusco, la agarró por la cintura y la giró, colocándola a cuatro patas. Sin darle tiempo a reaccionar, ...
    ... la sujetó del culo y la penetró con fuerza desde atrás, haciendo que Lidia soltara un gemido agudo.
    
    —Aahhh… sí… dame más… empótrame… —gritó ella, aferrándose a la lona de la tienda.
    
    Jose sentía que su propia excitación estaba por desbordarse. El sonido de la piel chocando, los gemidos de su novia, la manera en que su cuerpo se estremecía con cada embestida… era demasiado. Apretó los dientes, jadeando, sintiendo su propio clímax sacudirlo. Con un jadeo final, se corrió en su mano, respirando pesadamente.
    
    Se puso los pantalones con movimientos torpes, salió de la tienda y se dejó caer en una de las sillas plegables junto a la entrada. El aire fresco de la noche golpeó su piel caliente, pero su excitación no disminuyó.
    
    Porque entonces escuchó.
    
    El sonido que llegaba desde el interior de la tienda era claro. Lidia no contenía sus gemidos, y Dani no ocultaba su excitación.
    
    Dani la follaba con furia, agarrándola de las caderas y dándole azotes que resonaban en la noche.
    
    —Toma… toma, puta… —gruñía él, sin bajar el ritmo.
    
    —Ooohh… sí… fóllame así… más fuerte… más duro… —jadeaba Lidia, perdida en el placer.
    
    Jose sintió que su cuerpo volvía a reaccionar. Pero no solo por lo que escuchaba.
    
    Sino porque no estaba solo.
    
    Apenas giró la cabeza, notó que algunos de los vecinos de camping también estaban pendientes. A poca distancia, en otra tienda, dos chicos hablaban en voz baja.
    
    —¿La escuchas? Joder… esa rubia tiene que ser una bestia en la cama.
    
    —No me ...
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