1. El ácido come sin mirar qué


    Fecha: 17/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    Mi noviazgo con Elisa comenzó con una cierta oposición de sus padres, quienes estimaban que pertenecíamos a estratos económico-sociales distintos y que, pasada la efervescencia juvenil, aflorarían las diferencias dando al traste con la unión. No les faltaba razón en cuanto a que eso era lo más probable, sin embargo nos adaptamos bien cediendo algo cada uno en favor de la relación. Llegado el momento del casamiento mis suegros estaban en la postura “Estamos conformes, pero no totalmente”.
    
    Dos matrimonios nos frecuentamos asiduamente, relación heredada por los hombres ya que la amistad entre Elisa y Patricia databa del secundario. Los cuatro estamos en la treintena, las mujeres ligeramente menores a nosotros, Enrique y yo, Lautaro. Con Elisa nos casamos un poco antes que el matrimonio amigo luego de un noviazgo de año y medio, ambos con un flor de metejón y convencidos de la firmeza de nuestros sentimientos.
    
    Hoy, a ocho años del enlace, seguimos en una buena y amorosa relación, estabilizados económicamente y pensando en traer un hijo al mundo. Mi señora trabaja en la empresa del padre, sin demasiado esfuerzo y con paga importante, mientras yo lo hago en el sector contable de una consultora, con un ingreso aceptable que cubre nuestras necesidades.
    
    La casa que hoy habitamos es amplia, cómoda, con espacios verdes y pileta; aprovechamos la oportunidad que nos dio un conocido y la compramos mediante los ahorros que teníamos más un préstamo hipotecario que, para ser ...
    ... otorgado, nos obligó a oficializar legalmente lo que mi señora percibía en su trabajo, un monto sensiblemente mayor a mi sueldo.
    
    Nuestra vida social se desarrolla en el ámbito familiar y un grupo de amigos, siendo los más cercanos Enrique y Patricia pues el tiempo transcurrido le otorgó a la relación mayor confianza y solidez.
    
    En cuanto a las características personales de nuestros amigos cabe destacar que mientras ella es una dama con destacada formación, culta, femenina, recatada y hermosa, él es un auténtico boludo, ególatra, superficial y vago, eso sí, muy pintón; tiene un físico trabajado pero con un solo fin, que es mostrarlo y atraer, o sea con una destreza corporal nula.
    
    Lo dicho hizo que los momentos de reunión de las dos parejas fueran de un intercambio según afinidad, mis conversaciones con Patricia son muy entretenidas e instructivas, mientras Enrique distrae con comentarios elementales y graciosos a Elisa que lo soporta mejor. A tal punto se trasformó en costumbre ese tácito acuerdo que una vez mi compañera de charla me preguntó.
    
    – “Amigo, alguna vez se te ocurrió pensar que la elección de pareja debiéramos haberla hecho justo al revés?”
    
    Y mi respuesta sincera fue.
    
    – “Sí, esa duda se me presentó tiempo atrás, pero después de reflexionar concluí que no me había equivocado, pues hice una elección por amor, y a eso se sumó disfrutar de tu amable amistad, lo que no es poca cosa”.
    
    Su reacción fue levantarse lo suficiente para darme un beso en la mejilla y ...
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