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El ácido come sin mirar qué
Fecha: 17/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos
... cuando estaba a punto de entrar para matarlos con mis propias manos, recordé un consejo repetido machaconamente por mi padre “Hijo, cuando estés muy enojado no pelees, la ira enceguece y un enfrentamiento ganado puede perderse por no razonar debidamente”, y lo seguí; con el corazón al galope, fuego en el estómago y la tristeza ocupando mi alma, silenciosamente salí. Debía pensar fríamente mi quehacer futuro, pero primero les iba a arruinar el momento de placer; llamé por teléfono a la infiel y le dije en que cinco minutos llegaba, pues un fuerte malestar generalizado me había obligado a regresar. Ese problema de salud indeterminado era la excusa perfecta para mantenerme lo más alejado posible de ella. Y por segunda vez tuve que recurrir a un esfuerzo sobrehumano de voluntad para no cruzar la calle y reventarlo a golpes. Desde el bar de enfrente vi entreabrirse la puerta, unos ojos que miraban haciendo un recorrido de ciento ochenta grados y luego aparecer el amante para alejarse por la vereda a paso rápido mientras la hembra cerraba nuevamente. Al entrar a casa no me fue difícil sortear el habitual beso de reencuentro y los primeros días las excusas para evitar las relaciones íntimas fueron fáciles de hallar; más adelante ya tuve que echar mano a la imaginación aunque parece que ella tenía bien satisfechas sus necesidades porque mis endebles razones no encontraron resistencia. Según las ganas y los compromisos, los hombres, nos reunimos algún día de la semana a ...
... jugar al truco; juego entretenido porque en su desarrollo se mezclan recitados alusivos, mentiras descaradas, expresiones exageradas y algún grito indicando un arrollante desafío. Por supuesto en esas reuniones pueden faltar hasta las cartas, pero nunca la bebida y, parejo al avance del tiempo corre la ingesta de líquido que, entre otras cosas suelta la lengua; ese era el momento aprovechado por Enrique para contar sus innumerables conquistas y las no menores hazañas realizadas en los encuentros amatorios. La cara de los oyentes iba del escepticismo sobre la veracidad de sus palabras, pasaba por el desagrado y terminaba en franca repulsión. Yo solía poner mi mente en blanco para volver a la conciencia al término de la autoalabanza, pero una parte del discurso atrajo mi atención a la luz de lo visto en casa y así, simulando estar en las nubes, escuché con detenimiento las palabras del galán. – “Tengo una novedad para ustedes, que me gustaría mostrarles para desatar la envidia de todos, pero a ella le prometí reserva; me estoy comiendo una hembra que conozco de tiempo atrás y siempre le tuve ganas; hace días se dio la oportunidad y comprobé que es insaciable, le gusta todo y en cantidad; con decirles que ayer le rompí el culo y pidió repetir, además le encanta chupar la pija y tragar la corrida pero con todo el sector despidiendo buen aroma, así que gastó el perfume del marido en mi entrepierna y bolas. Corto aquí para que no lloren al comparar lo que yo hago con lo que ...