Mi host father el macho que me estrenó XI - Relatos Eróticos

Mi host father el macho que me estrenó XI

Y así estábamos: en la ducha, yo apoyado contra la pared mientras Trey me empalaba con una fuerza fuera de toda medida. Castigaba mi culo a base de pollazos pegando su pecho a mi espalda. Estaba enfadado, muy enfadado y no había lugar para caricias, ni besos, sólo para profanar mi ano resentido después de la maratón de sexo con Bronson y Ryan.

Estuvo dándome duro durante un buen rato, golpeando mis nalgas con su pelvis, azotándolas con las manos, quería hacerme daño, me mordía los hombros y gruñía como un animal en celo. Afortunadamente pude pasar del dolor al placer y cuando esto sucedió la zorra que hay en mí pegó aún más las nalgas a su pelvis intentando que su rabo llegara lo más profundo posible y empezó a menear la cadera en círculos, buscando que su rabo me llenara bien y llegara a todos los rincones. Quería que se corriera dentro de mí, apagar su ira y me esmeré en conseguirlo, pero los planes de Trey para esa tarde eran otros.

Sacó la polla de mi culo y me dijo muy serio

-Get dressed with the swiming pool team uniform, we are going somewhere else-

“Vístete con el uniforme del equipo de natación, nos vamos a otro sitio”

Salió de la ducha, se secó con una toalla y se puso los vaqueros intentado guardar su pollón dentro de ellos. Rápido, yo también salí de la ducha y me puse de rodillas frente a él pegando mi boca a su paquete, con la intención de engullir ese capullo chorreante de lefa, pero Trey me sujetó del pelo tirando mi cabeza hacia atrás me ...

... ordenó:

-No, get ready now-

No había que ser un lince para ver que estaba muy muy cabreado. Yo no entendía por qué; no era la primera vez que llegaba a casa bien follado por otros, y sí que se había cabreado, pero se le pasaba en un santiamén disfrutando de mi culo. ¿Por qué esta vez era diferente?

Me sequé y me vestí con el uniforme del equipo los más rápido que pude: speedo azul claro pantalones de chándal azul oscuro, camiseta blanca, sudadera con capucha también azul oscuro y bambas blancas.

Trey me esperaba en su furgoneta en silencio, al verme me vestido así, no dijo ni una palabra, pero se recolocó el paquete que parecía no haber perdido su dureza. Arrancó el coche y empezó a conducir. Se me hacía raro que no pasara nada entre nosotros. Su furgoneta había sido testigo de magreos, mamadas y polvos, pero ahora nada, sólo silencio y enfado. El ambiente era tan denso que se podía cortar con un cuchillo.

Salimos del pueblo y nos adentramos en una de las mejores zonas del condado. Uno de esos barrios donde es evidente que el nivel de vida es mucho más alto que en otras partes del pueblo. Casas enormes, jardines impecables, coches de alta gama. Trey paró la furgoneta delante de una casa inmensa, blanca, de líneas marcadas que coronaba una colina de césped inmaculado y setos perfectamente recortados.

-Ok kid, here we are. This is my boss house and I own him a couple of favours. He's seen you at swim practice, and he wants you to be the one to pay back the favors ...