1. Una misteriosa, insólita y sorprendente familiaIII


    Fecha: 17/12/2025, Categorías: Incesto Autor: Viejo Intrepido, Fuente: TodoRelatos

    ... esta falsa sociedad para asumirlo. – dijo Daniela que estaba a punto de llorar – Tanto tu madre como yo tenemos una personalidad muy peculiar, porque en el fondo somos igual de sensuales, lascivas, salidas, cachondas, guarras o zorras, el adjetivo que más te encaje con nuestro proceder. Pero la verdad es que somos incapaces de rechazar el placer sexual que alguien al que queremos profundamente y no nos causa rechazo por que nos gusta físicamente, pueda ofrecernos. Y tendrás que coincidir conmigo que tanto tu padre como mi hija son personas que tienen ese atributo natural, exactamente igual que tú y tus hermanos, y por supuesto también Susi y yo. Y si no, analiza porque sigues enamorada de mi hija, porque lo estas desde que empezaste a sentir necesidades carnales, y lo mismo que nunca te escandalizo que mi hija te confesase que deseaba a tu padre, cosa que supongo que a ti te parecería lógico, pues en el fondo también es posible que tu padre te atraiga. Manuel es un ejemplar de hombre digno de admiración, igual que tu hermano Julio ahora que se ha convertido en todo un hombre.
    
    -¿Y tú piensas como ella? – pregunto asombrada Violeta a su madre que cabeceo asintiendo a la vez cogía la mano de su compañera de travesuras sexuales demostrándola su apoyo – Joder, lo que me faltaba por oír, ahora acabáis de decirme que os apetecería follaros incluso a Julio …. La putísima madre que me pario.
    
    Tras soltar esa expresión tan grosera y resoplar entre cabreada y divertida, Violeta ...
    ... se dejó caer hacia atrás reposando su cabeza en el respaldo del sillón y mirando al techo, dando la impresión de que estaba meditando o como mínimo sopesando el paso siguiente que debía de dar. Tras unos segundos en que tanto Susana como Daniela la miraban algo asustadas, sin dejar de mirar al techo como si allí estuviese escrita la solución, soltó una carcajada y dijo como hablando consigo misma:
    
    -Joder que subidón me acaba de dar, pues jamás habría pensado que podría oír semejante revelación, las dos mujeres que más admiro y respeto, y a las que quiero con locura, me acaban de decir que son unas zorras pervertidas y viciosas sin el más mínimo atisbo de vergüenza o arrepentimiento. Y he pecado de ingenua, yo que siempre me he procurado que no supiesen mis tendencias lésbicas pensando que podría escandalizarlas y resulta que ellas están liadas. Pero si he de ser sincera conmigo misma, a pesar de su confesión, mi cariño, mi respeto y mi admiración hacia ellas no ha disminuido un ápice, al contrario, quizás ahora las admiro mucho más.
    
    De nuevo se hizo un silencio, no era tenso, pero si incomodo, pues las dos mujeres mayores estaban sin palabras, incapaces de reaccionar ante las cavilaciones de Violeta, pero su asombro fue total cuando de nuevo la joven volvió a hablar mirando al techo, como si allí estuviese un confesor invisible que la escuchaba y del que esperaba su absolución, diciendo:
    
    -Y Daniela es posible que tenga razón, siempre me ha parecido mi padre el hombre ...
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