Una misteriosa, insólita y sorprendente familiaIII - Relatos Eróticos

Una misteriosa, insólita y sorprendente familiaIII

... más apuesto, guapo y gentil del mundo, pero nunca formo parte de mis onanismos, pero en los que, si estaban en muchas ocasiones junto a Daniela, nuestras madres, ya que las dos están tremendas. Y también tiene razón en lo de mi hermano, pues las navidades pasadas que coincidí con él y Belén mucho más que en ocasiones anteriores, quizás por la ausencia de Dani, me di cuenta de que los dos habían evolucionado de forma muy interesante, sobre todo Belén que es una chiquilla preciosa, y por lo poco que me conto ella de sí misma, un poco putilla, pero preciosa, noble y sincera. Y qué decir de mi hermano, es quizás aún más hermoso que mi padre y como es lógico mucho más joven. Y este si es un caso curioso y extraordinario para mí, pues los últimos meses y en más de una ocasión, he tenido momentos en los que me he masturbado pensando en Julio, y quizás los orgasmos que me producía con solo pensar en la picha de mi hermano han sido los más salvajes que jamás he tenido, cosa que no me había ocurrido jamás con ningún otro hombre.

-Y ahora, tras conocer como es mi madre, me doy cuenta de que es muy posible que sea cosa de familia, pues las tías de Granada creo que están también más salidas que el pico de una plancha, lo mismo que las primas. – volvió a hablar sin cambiar su posición ni tampoco su mirada y de nuevo volvió a reír ahora casi alegre y dijo – Pobre Julio, allí lo van a exprimir con lo tímido que es mi hermanito, pero quizás le venga bien, que tiene potencial.

-Por ...

... cierto, hay algo que no entiendo. – dijo volviendo a sentarse erguida y mirando a su madre - ¿Por qué coño quieres dejar a papa si te tiene contenta y satisfecha? ¿Porque también vas a abandonar a Daniela que da la impresión que te adora? ¿Por qué vas a mandar a la mierda toda tu vida? ¿Qué esperas encontrar en la casa de los abuelos?

-Joder, joder, joder, si acaba de preguntarte lo mismo que yo llevo preguntándote hace meses. – dijo Daniela dirigiéndose a Susana y luego mirando con admiración a Violeta la dijo – Y me alegro de que lo que más te sorprenda es la actitud de tu madre, de sus absurdas decisiones, pues eso quiere decir que de alguna forma aceptas nuestro comportamiento y la relación amorosa que mantenemos con tu padre.

-Pues claro que lo entiendo, ¿no voy a entender que os améis? – le pregunto Violeta, pero a continuación la atizo diciendo – Hasta entiendo que tu hija le diese su virginidad a mi padre pues es lo que ella anhelaba desde muy joven, pero lo que no puedo entender es como os liasteis vosotras dos con ella, y sobre todo como ella se lio con vosotras.

-Quizás no puedas entenderlo porque no viviste el momento. – dijo entonces Susana a punto de romper a llorar – Fue todo espontaneo, la felicidad que emanaba Dani mientras era poseída, la ternura con que Manuel la hizo mujer, el miedo y a la vez la lascivia que despertó en nosotras la juventud de Dani y su lujuria desatada de chiquilla que disfrutaba de su primera vez, y que además de estar buenísima ...