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El entrenamiento de Alina - VI
Fecha: 18/12/2025, Categorías: No Consentido Autor: Cory, Fuente: TodoRelatos
Rowan estaba sentado en la cama, apoyado contra el respaldo de madera tallada, su teléfono en la oreja. Alina estaba sobre él, montándolo con su coño como le había ordenado: piernas abiertas, rodillas apoyadas en el colchón, subiendo y bajando con dificultad. Antes de contestar la llamada, le había advertido al oído con su voz grave: —Si te detienes un solo segundo… te ataré de nuevo al cepo y te azotaré hasta que sangres. Ella había asentido con los ojos húmedos, murmurando: —Sí, papi… Ahora, mientras él hablaba por teléfono, sus manos jugueteaban con los aros de diamantes en sus pezones, jalándolos con malicia. Alina gemía bajo, apretando los dientes para no gritar. Rowan sonrió mientras escuchaba al socio en la línea, estaba en altavoz. —¿Y qué pasa con la entrega de esta semana? —preguntó el socio—. Tengo a los compradores esperando. Rowan tensó los dedos en los pezones de Alina, haciéndola estremecerse. —Tranquilo. Llegará a tiempo. Pero dile a esos hijos de puta que el precio subió un 20%. —¿Veinte? ¿Por qué demonios? Rowan se rió bajo, presionando la cadera de Alina para que bajara más en su polla. Ella ahogó un gemido y tembló. —Porque pueden pagar. Y porque quiero verlos suplicar. —Mierda, Rowan. ¿Siempre tan cruel? Rowan miró a Alina con fuego en los ojos. —Claro que sí. Me gusta cuando aprenden a obedecer. Tiró de los aros de sus pezones más fuerte. Ella emitió un chillido contenido. Él acercó su boca a su ...
... oreja. —Silencio, perra. Alina mordió su labio con fuerza, luchando por no gemir. Sus caderas siguieron moviéndose, frenéticas. —Bien. ¿Nos vemos para firmar? —dijo el socio. Rowan vio cómo Alina se estremecía, al borde del clímax. Le dio un leve cachetazo en la mejilla. No debía venirse primero que él. —Sí. Esta noche. Y trae el efectivo. Cortó la llamada sin despedirse. Alina estaba jadeando, los ojos llorosos de tanto esfuerzo. Él la sostuvo de la garganta, presionando suavemente. —Terminaste de moverte. —Lo… lo siento, papi… Rowan se inclinó hacia ella, lamiéndole el sudor del cuello. —Me encantó verte callada mientras te follaba en una llamada de negocios. La hizo bajarse de su regazo y se levantó. —Ven aquí. Ella obedeció, de rodillas. Rowan la acarició con un dedo bajo la barbilla. —Hoy vamos a pasear. Pero no con cualquier ropa. Fue hasta el armario y sacó un ridículo y sexy disfraz de gatita. Era negro, apenas un conjunto de tiras de cuero y vinilo. Le cubría los pezones con dos minúsculos triángulos de látex que apenas se pegaban con cinta adhesiva, dejando sus aros brillar. Abajo solo tenía una tira entre sus labios vaginales, apenas cubriéndola. Rowan la vistió él mismo, ajustando las tiras. Luego tomó un dildo negro y grande y se lo metió por el culo, colgaba una gran cola de gato de pelo gris esponjoso. —Eso es… deja que entre todo —dijo mientras lo deslizaba dentro. El tapón se cerró con un click interno que lo ...