-
El entrenamiento de Alina - VI
Fecha: 18/12/2025, Categorías: No Consentido Autor: Cory, Fuente: TodoRelatos
... ajustaba y no se saldría con facilidad. Rowan la hizo ponerse unas orejitas de gato en su cabello. —Perfecta. Finalmente, le abrochó la correa de cuero al collar con la placa "La Puta Alina / Propiedad de Rowan". —Vamos a pasear. Tienes que tomar sol antes de tu hora del semen. La mansión estaba rodeada de hectáreas de pasto perfectamente cuidado y bosques espesos. Rowan caminaba despacio, la correa en la mano. Alina avanzaba en cuatro patas, el sol calentándole la piel y el ridículo disfraz brillando. —Qué buena gatita… mírate, toda mía. Ella jadeaba, con la respiración pesada. Rowan tiró suavemente de la correa. —Más lento. Menea esa cola. El dildo dentro con la cola de gato se movía sensualmente con cada paso. Alina obedecía, meneando sus caderas. Cuando llegaron a un gran roble, Rowan se detuvo. —Párate. Ella se irguió como pudo, temblorosa. Él la puso contra el árbol, las manos planas sobre la corteza. —Arquea el culo. Ella obedeció, la cola de gato en alto, sus labios vaginales apenas cubiertos por el ridículo disfraz. Rowan bajó su cremallera y sacó su polla dura. —Te voy a follar aquí. Al aire libre. Donde cualquiera podría vernos. Alina tembló. —Sí, papi… fóllame… Él le separó las nalgas y la penetró de golpe. —¡Ah—! Rowan gruñó y la sujetó de la cola de cabello, jalándola con fuerza. —Silencio. Empezó a moverse con fuerza, golpeando sus caderas contra ella. Sus manos le apretaban la cintura, haciendo que ...
... se empalara hasta el fondo. —Nunca me voy a casar de ti, puta —dijo Rowan sin dejar de moverse—. Me encanta ver cómo suplicas por más, cómo lloras. —¡Lo quiero papi! —Dilo más sucio. —¡Me encanta que me folles como a tu puta… tu perra…! Rowan le mordió el cuello y siguió empujando salvaje, hasta que terminó derramándose dentro. Alina temblaba contra el árbol. Rowan la giró para que quedara frente a él y le dio una cachetada ligera pero sonora. —Dime cómo te gusta ser mi puta. Ella tenía lágrimas de excitación. —¡Me gusta mucho, papi… amo ser tu puta… tu gatita… tu propiedad…! Quiero estar contigo por siempre. Él sonrió satisfecho. —Buena chica. ¿Ya no quieres volver a tu vida normal? Ella negó rapidamente. —No, quiero ser solo tuya. La empujó hacia abajo para que se arrodillara. —Limpia mi polla como recompensa. Ella lamió y chupó su polla, tragándose cada resto mientras él la sujetaba del cabello. —Eso es. Mi buena gatita. De regreso Rowan le puso la correa de nuevo y comenzó a caminar en cuatro patas hacia la mansión. —Vamos. A tiempo para tu hora del semen. Ella avanzaba en cuatro patas. Rowan, divertido, le daba palmadas en el culo expuesto. —Más rápido. —¡Sí, papi! La hizo subir unas escaleras del patio arrastrándose. . . . Alina estaba atada en la cama, boca arriba. Sus muñecas sujetas con correas gruesas de cuero a la cabecera, los brazos extendidos por encima de la cabeza. Sus piernas ...