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El entrenamiento de Alina - VI
Fecha: 18/12/2025, Categorías: No Consentido Autor: Cory, Fuente: TodoRelatos
... estaban abiertas y atadas con correas de piel a las esquinas del colchón, forzándola a quedar completamente expuesta. Solo llevaba su grueso collar negro con la placa brillante: “Propiedad de Rowan”. Rowan estaba sentado a su lado, vestido con un traje impecable, mirándola con calma cruel. Pasaba la yema del dedo por el anillo de uno de sus pezones perforados, haciéndola estremecer. —Hoy vas a portarte bien, Alina. ¿Sabes por qué? Ella tragó saliva, con la respiración acelerada. —¿Por qué? —Porque vas a satisfacer a unos amigos míos. Ella tembló. Rowan bajó su voz, con un tono grave y posesivo: —Les gusta chupar. Morder. Quieren saborear cada parte de ti. Tus tetas, tu coño. Te van a turnar. Quiero que mantengas las piernas abiertas todo el tiempo. Sin cerrarlas ni una sola vez. De todas formas estas correas de cuero no te permitirán escapar. Alina estaba colorada de vergüenza y excitación. —Sí… papi… —Y al final del día —Rowan bajó más su rostro, casi rozando su nariz con la de ella— me vas a decir cuántas veces te corriste para ellos. Ella gimió bajito. —Sí, papi… Rowan se levantó y fue a abrir la puerta. Tres hombres adultos, todos de traje oscuro, entraron conversando tranquilamente. Saludaron a Rowan como si fuera cualquier reunión social. —Ustedes saben las reglas. Solo chupar, lamer, morder. Nada de penetrarla. Uno de ellos, Eliot habló: —Como quieras. ¿Cuanto tiempo tenemos? —Ocho horas. Tómense su tiempo. ...
... Voy a grabar todo. Alina tragó saliva al escucharlo. Rowan la miró: —Pórtate bien, nena. —Sí, papi… Él encendió la cámara sobre el trípode en un rincón. Los tres hombres se acercaron a la cama con lentitud depredadora. Uno se acomodó entre sus piernas abiertas, mientras los otros dos se inclinaron sobre su pecho. —Vaya, qué linda está —dijo Mark mientras pasaba la lengua por uno de sus pezones. El metal del piercing tintineó al ser lamido y mordido. Alina gimió alto cuando el otro pellizcó el pezón contrario con fuerza. —Ahh… por favor… Rowan, desde su asiento, levantó la voz: —Silencio Alina, nadie te pidió hablar. Jack se metió entre sus muslos la separó con rudeza los labios del coño y enterró su rostro. Su lengua la lamía con fuerza, haciendo círculos, succionando su clítoris. —Tan mojada… —se burló, antes de morderla suave. Ella chilló y se sacudió, pero las correas la mantenían quieta. Eliot le mordió el pezón perforado con saña, tirando del aro con los dientes. —Me encanta este piercing. ¿Puedo morder más fuerte? —preguntó divertido a Alina. Alina gritó cuando lo hizo. —¡S-sí! El hombre entre sus piernas chupaba su clítoris con ruido, tragándose todos sus jugos. —Dulce como miel. Ella gimoteaba. —Papi… me… me voy a correr… Rowan levantó la ceja. —Hazlo. Déjalos saborear cada orgasmo. Ella gritó al correrse con fuerza, convulsionando mientras el hombre no la soltaba y seguía lamiendo incluso cuando ...