El desmadre que se formó el día que la familia con - Relatos Eróticos

El desmadre que se formó el día que la familia con

... llevaron a un colegio en las afueras de Londres donde termine mis estudios primarios y aprendí a desenvolverme en ingles perfectamente, cosa que me ha servido en mi posterior educación, y sobre todo al poder leer informes de las investigaciones de diferentes universidades del resto del mundo, ya que casi en su mayoría son escritas en ese idioma.

-Lógicamente, al irme de mi casa, de mi pueblo y de mi país, con solo diez años, me volví independiente, - siguió contando Mary - y porque no decirlo, también egoísta, pues mis padres se convirtieron prácticamente en mis mecenas, financiándome mis estudios y mi sustento en el colegio ingles hasta que cumplí la mayoría de edad, y más tarde en todos los gastos inherentes a mis estudios de medicina, entre los que estaba un apartamento y dinero suficiente para mis necesidades. Tanto en el Reino Unido como aquí, en la capital de la provincia cuando vine para matricularme en la universidad, tuve mis aventuras sexuales, pues a pesar de que realmente me dedique a estudiar, también tenía las necesidades de todos los jóvenes, y conocí el sexo con compañeros, ya que perdí mi virginidad a los quince años, aunque siempre fue solo sexo, nunca llegue a sentir algo por ninguno de los numerosos amantes juveniles que tuve.

-En el primer curso de medicina, cuando llevaba cinco meses residiendo en esta ciudad, conocí a Carmen, que siendo tres años mayor que yo empezaba también primero de medicina, - siguió relatando tras un sorbo de su copa - y ...

... quizás porque la veía más sensata que al resto de los compañeros me acerque a ella, nos conocimos y creo que desde el primer momento nos trasmitimos la convicción que ambas teníamos en lograr terminar la carrera con unas notas lo más altas posibles. Como es normal nos explicamos mutuamente los motivos por los que queríamos estudiar medicina y cuales eran nuestros proyectos de futuro, siendo los míos en aquellos momentos de dedicarme a la investigación de enfermedades raras, pero cuando Carmen me dijo cuáles eran sus motivos por los que quería hacer pediatría, y de paso me conto que tenía dos hijos, un niño con dos años y una niña con meses, y que esta última era hija de su gran amor que había fallecido por una dolencia no detectada de nacimiento, me replantee mi futuro. Nos hicimos muy amigas, y un día me invito a su casa, bueno a casa de sus padres, donde conocí a su madre Mercedes que es la que realmente compartía con Carmen el cuidado de sus nietos y de su hija pequeña Patricia mientras Carmen se dedicaba a estudiar muy duramente, y durante los siguientes meses estudiábamos en su casa todas las tardes a la vez que cuidábamos a los peques.

-Y ahí es donde Francisquita me cambio la vida, - dijo dirigiéndose a Francis que la miro atónita y los demás con enorme curiosidad – ya que la niña ya con casi un año seguía mamando de la teta de su madre, que cuidaba de sus cachorros como una osa parda. Ese día teníamos un trabajo que se alargó más de lo habitual, y cerca de las ocho de ...