El desmadre que se formó el día que la familia con - Relatos Eróticos

El desmadre que se formó el día que la familia con

... estresada, me consolaba haciéndome unas masturbaciones salvajes pensando en mi osito. En cuanto a Julia, ya la iréis conociendo, es como Santi, son seres que están en este mundo para dar placer, y creo que hay muy pocos así, yo los llamo los ángeles de la lujuria. Los demás estamos casi siempre a la espera de recibir ese placer, y a veces esa espera se convierte en algo eterno.

-Tanto Santi como Julia, - dijo Mary adelantando su cabeza y mirando a Patri al oro lado de Carmen – son diferentes, quizás por eso Julia lo acepta, pero ellos solo disfrutan dando placer, sus clímax se producen siempre cuando han conseguido el de su pareja sexual, pues si no lo consiguen no disfrutan. Solazarse con ellos dos a la vez es lo más maravilloso que me ha ocurrido en mi vida, y solo creo que lo pueda superar si mi osito me corresponde. De todas formas, os recomiendo que lo probéis, las tres.

-Otra que tal baila. – exclamo Carmen - ¿Tú también quieres que me acueste con mi propio hijo?

-Pues no te vendría nada mal montarte un trio con él y su novia, o incluso conmigo, para calmarte, - dijo riendo Mary – Además debes de saber que por lo que yo deduzco, tu hijo si está loco por follaros, a ti y a tu hermana y a tu hija.

-¿Y eso? – dijo interviniendo interesadísima Francis - ¿De dónde sacas semejante deducción?

-Ten en cuenta chiquilla que últimamente hemos estado copulando como posesos los tres, y tengo clarísimo que ni Julia va a encontrar a nadie que la satisfaga como Santi, ...

... ni Santi a nadie que le haga vibrar como Julia, y en sus momentos mágicos, justo cuando ambos se corren juntos, que por cierto verlos llegar al clímax solidario es algo fascinante, expresan sus más ocultos pensamientos. Julia desea tener un encuentro sexual con su madre y su esposa, en el que Santi se las folle a las tres, y Santi tiene una fijación con su hermana, a la que quiere más que a nadie, pero a la que le gustaría compartir con Julia su madre y su tía.

-¿Y a qué se debe esa convicción tuya? – pregunto Carmen mirando a su amiga intrigada - ¿Cómo puedes saberlo?

-Coño, pues porque lo dicen, - respondió riendo Mary – entre jadeos y suspiros, entrecortadamente, pero muy claro, por ejemplo, ayer mismo, Santi estaba tumbado boca arriba, con su boca en mi coño y con Julia cabalgándole casi al galope, y al correrse los dos a la limón, decía “mami, tienes el coño más maravilloso del mundo y a mi Francis la acabo de llenar todo su chocho con mi leche” Evidentemente me confundía a mi contigo y a Julia con Francis.

-¿Y a Julia eso no le molesta? – pregunto con enorme curiosidad Francis – Yo me cabrearía un montón si me confundiese en ese momento tan especial.

-Ya os he dicho que Santi y Julia son dos seres excepcionales, y creo que de todas las personas que conozco, solo Carmen se les puede comparar, y posiblemente también la madre de Julia por lo que ella me ha contado, pues al parecer a su novia la hacía viajar a las estrellas. – le explico Mary – Y creo que ni ...