Tía consentidora – Mi sobrino duerme en mi cama - Relatos Eróticos

Tía consentidora – Mi sobrino duerme en mi cama

... seguramente masturbándose, lastima que no lo vi en acción mientras estaba sentada. Disimulada igual le dije que ya había terminado mis pendientes que si quería podíamos ir a alguna otra parte o si prefería quedarse un poco más tiempo.

Morito ya de pie frente a mi recargado en el escritorio, se queda pensando y me dice que a donde podríamos ir o que podríamos hacer al quedarnos ahí, yo recargada en el archivero, aun con la falda muy levantada, no completamente pero a milímetros de que se me viera el calzón aun estando parada, Por mi mente pasaron muchas cosas sucias que podríamos hacer en la privacidad de mi oficina, desde terminar de masturbarlo hasta hacerle sexo oral debajo del escritorio, Pero no podía romper ese juego que se basaba en circunstancias, y no en planearlo, mucho menos decirlo o pedirlo directamente, Confiaba en que a el se le ocurriera algo ingenioso que implicara contacto físico, disfrazado de algo inocente o cotidiano, Nos quedamos en silencio viéndonos por un par de minutos como una escena de novios calenturientos que no se atreven.

Me dijo que estaba cansado y no tenia ánimos de caminar, y tampoco de regresar a casa, igual le contesté que tampoco quería caminar, y regresar a casa era muy temprano, además me dolían las piernas (cosa que si era verdad) Sin pensar le di el pretexto perfecto, me dice -Bueno tía si te duelen las piernas seguramente necesitas un masaje, Se me iluminó la mirada, si le pedía que me diera masaje podría tocarme las ...

... piernas y con suerte algo más, –Me parece buena idea cariño, tu me puedes dar un masaje en mis piernas, fui a mi escritorio y busque un pequeño frasco de aceite de bebe que uso en ocasiones para humectarme, aunque no es lo idóneo para un masaje, era perfecto para esa simulación.

Me senté en mi silla me quité las zapatillas, y subí un poco la falda, lo suficiente paraque se me vieran los calzones. Le di el aceite y le dije que con eso podrá darme el masaje, morito se arrodilla frente a mi pone aceite en sus manos, y comienza a tocarme la pantorrilla, tratando de hacer un masaje que de masaje no tenia nada, poco a poco va subiendo por mi piernas, llega a el muslo, no era un masaje pero que placentero era sentir las manos mal intencionadas de mi sobrino manoseándome las piernas con sus pequeñas manos nada rasposas, y su mirada atenta en mi vagina mojada que ya traspasaba la tela del calzón, el seguía subiendo lento y yo incliné la cabeza hacia atrás disfrutando y dejando hacer lo que quisiera sin intimidarlo con la mirada, siento como sube y sube hasta sentir ligeros toques de sus manos en mi vagina, sube más y más cada vez, llegando a tocar mi pelvis a los costados de mi vagina metiendo ligeramente sus dedos por el elástico del calzón, sube de golpe sus dos manos abiertas hasta mi abdomen subiéndome la falta por completo, hago un movimiento separándome de la silla y jalando la falda hasta sacarla por la parte de abajo. Ya tenia la falda arriba del estomago y el me acariciaba la ...