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Mamá pornoniñera
Fecha: 30/12/2025, Categorías: No Consentido Autor: elquefolla, Fuente: TodoRelatos
(CONTINUACIÓN DE “LAS TETAS DE MAMÁ Y OTRAS COSAS QUE SOBARLA”) Era jueves por la noche cuando un Dioni cansado del trabajo, cenaba con su mujer e hijo delante del televisor. Fue en los postres cuando le dijo a su esposa: ·Me ha llamado a última hora de esta tarde don Braulio a su despacho y ha elogiado el trabajo que desempeño, mi dedicación y mi comportamiento ejemplar. Me tiene en muy alta estima. Tras una breve pausa, continuó pletórico de orgullo: ·Me ha recomendado a la dirección para cubrir un puesto de alta responsabilidad que ha quedado vacante y que, por supuesto, tendrá una importante compensación económica. ·¡Ah, bien! ¡Ya era hora porque por casa poco apareces! Fue el espontáneo comentario de Rosa y Dioni, obviando la respuesta, continuó: ·Seguramente la próxima semana la dirección comunicará la persona elegida, pero, en opinión de don Braulio, es prácticamente seguro que seré yo el elegido. ·Entonces ¡Enhorabuena! Dijo Rosa, incorporándose, y, acercándose a su marido, se dieron un abrazo y un casto beso en la mejilla. ·¡Enhorabuena, papá! Imitó Juanito a su madre para no ser menos y, también levantándose de la mesa, abrazó a su padre. Sentándose nuevamente, el hijo le dijo a su padre: ·Ahora me compraras la moto. ·Y el piso en la playa. Fue ahora Rosa la que imitó a su hijo, obteniendo de Dioni la típica respuesta: ·¡Bueno! ¡Bueno! ¡Que todavía no me lo han dado! Todo era sonrisas, pensando uno en la moto y ...
... la otra en el pisito de la playa, hasta que Dioni, dirigiéndose a su mujer, la dijo sin perder su sonrisa: ·Iba ya a marcharme de su despacho cuando don Braulio me pidió un favor y yo, como no, le dije que sí, que por supuesto, qué harías mañana de niñera con su hijo. ·¿Có … cómo? Fue la respuesta de Rosa al escucharlo, dejando de sonreír. ·Mañana es su aniversario de bodas y quiero celebrarlo con su mujer en el restaurante donde le pidió su mano, pero, claro, no tiene con quien dejar a su Raulito. Respondió el hombre mirando sonriente a su esposa. ·Pe … pero ¿yo? Dijo Rosa, que todavía no se lo creía. ·Pues ya ves que te cogió cariño el chaval la vez que estuvo aquí. La respondió Dioni sin dejar de sonreír a su mujer. Todavía recordaba Rosa la experiencia traumática que tuvo con Raulito, un chaval retrasado de unos veintitantos años pero con una fuerza y una lujuria superlativa. ·Yo … yo no puedo ir. Dile que estoy enferma, que me roto algo, lo que sea, pero … no … no puedo ir. Le dijo asustada la mujer, pensando en lo que la podía suceder en un próximo encuentro con el retrasado. ·Pero qué dices mujer. Si es buen chico y además le dan medicación y duerme toda la noche como un bebé. La dijo Dioni intentando convencerla. ·¿Cómo lo sabes? ¿Te lo ha dicho su padre? Contraatacó Rosa. ·Pues claro, mujer, no voy a mentirte. Ya verás que no te das ni cuenta. Seguramente ni lo ves, que cuando llegues ya estará acostado y durmiendo ...