1. Mamá pornoniñera


    Fecha: 30/12/2025, Categorías: No Consentido Autor: elquefolla, Fuente: TodoRelatos

    ... resaltar sus hermosos senos, pensó excitada:
    
    ·¿Qué pensarían ahora mi marido y mi hijo al verme enseñando las tetas a este subnormal?
    
    Levantó las manos el “niño” hacia los pechos de la mujer con la intención de tocarlos y Rosa, con el fin de calmarlo para que se durmiera, se puso de rodillas entre las piernas de él, dejando que se las sobara, y eso hizo Raulito, sobarla las tetas a conciencia, amasándolas una y otra vez, pero sin apretarlas para no hacerla daño.
    
    Y mientras la sobaba las tetas, los pezones de Rosa se hinchaban al ritmo del cipote del “niño”, como bien observaba la mujer el gigantesco y erecto cipote que se hinchaba y abultaba cada vez más la parte frontal del pantalón. Aunque Rosa cerró fuertemente los ojos para no verlo, se iba excitando en contra de su voluntad, más y más, pero Raulito que quería más, más y más, también se excitaba más y más.
    
    Al ver a la mujer de rodillas entre sus piernas abiertas, recordó escenas que más de una vez había visto no solo en películas porno y deseó imitarlas.
    
    Cogiendo con sus manos la parte frontal de su pantalón, se lo bajó, liberando una gigantesca verga surcada de gruesas venas azules que, emergiendo de una selva desordenada de pelos negros ensortijados, apuntaba como un misil balístico al techo.
    
    Acercándose más a Rosa, metió su platanazo entre los dos melones, aprisionándolo y provocando que la mujer, sorprendida, abriera los ojos y exclamara asustada:
    
    ·¡Ay, dios mío!
    
    ·¡Quiero una ...
    ... española!
    
    Exclamó el retraído, sujetándola con fuerza por las tetas para que no se retirara.
    
    ·¡Ay! ¡Que me haces daño!
    
    Se quejó la mujer y Raulito, sin soltarla, repitió su orden:
    
    ·¡Quiero una española!
    
    Aunque no sabía Rosa exactamente lo quería decir solicitando una determinada nacionalidad, bien que sabía lo que quería que le hiciera, y, evitando irritarle para que no la causara más daño, procedió a masajearle el rabo entre sus dos ubres.
    
    Sujetándose ella misma las tetas, las juntó alrededor del cipote y, moviéndose arriba y abajo, lo frotó insistentemente como si quisiera sacarle brillo, como si frotara la puta lámpara de un genio perturbado al que frotándola la concediera tres deseos: el piso en la playa, el puesto de jefecillo para su marido y la moto para su hijo.
    
    Abstrayéndose de la sucia y cruel realidad, cerró los ojos e imaginó que estaba en su pisito en la playa, mirando por la terraza las aguas azules y cristalinas del mar.
    
    Pero la supuesta “española” no estaba saliendo tan bien como Raulito había visto en la tele, así que agarrando la cabeza de Rosa con las dos manos, se la llevó a su entrepierna, diciéndola en voz alta:
    
    ·¡Cómemela!
    
    No tuvo Rosa casi tiempo para abrir los ojos y respirar cuando ya tenía le enorme polla aplastada contra su rostro, y, aunque, intentó apartar la cabeza, las fuertes manazas de Raulito se lo impidieron.
    
    Empujándola la cabeza hacia el cipote, no tuvo más remedio Rosa que metérselo en la boca, y empezó mamarle la ...
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