1. Mi primera experiencia cruising


    Fecha: 15/08/2017, Categorías: Gays Autor: placerInfinito, Fuente: CuentoRelatos

    ... plena luz del día y que cualquier mirón podría disfrutar de la vista.
    
    Di un recorrido entero por el camino a lo largo de un buen tramo y vi un poco que había por allí. Alguna felación, un tipo que solo quería que le chupara y no follar y un abuelo que me apareció que la tenía de tamaño muy estándar y por eso decidí que no quería, aunque él se tocaba la polla por encima del bañador mirándome pasar. En mi camino de vuelta noté que me seguían, me giré y vi a un hombre de unos 45 años, con entradas, de 180 cm, grande, pero sin ser gordo y con unas gafas de sol caminar detrás de mí y se paró cuando yo me paré. Me ponía el no verle los ojos, imaginaba la mirada lasciva que tenía que estarle haciendo a mi culo y armándome de valor afloje un poco el paso y empecé a andar moviendo las caderas como un puta, sacando culo para que no le quedara ninguna duda que ese culo era todo suyo. Mi culo empezó a palpitar queriendo ser ensartado por ese señor tan caliente. La puta en mí se había desatado. Me giré, arqueé una ceja retándolo a seguirme y me encaminé directo a la cuevita de árboles del día anterior. Entré directo y el me vio desaparecer. Cuando llegué dentro me apoyé de espalda a un árbol que había al fondo mirando hacia la puerta con cara de niña puta. El apareció con paso más ligero como con miedo de que me hubiera ido y cuando me vio parado allí al pasando para de golpe con cara de depravado sexual. Quería sacarle todas las dudas, le solté sin pensarlo:
    
    - ¿Eres activo?
    
    Él, ...
    ... con un gesto de cejas y paso lento entró en la cuevecita, tiró su bulto en un lado y puso una mano directa en mi polla. M… cómo me puso eso, eso es lo que le había faltado al alemán. Le bajé el bañador sin dudarlo para sacar su polla y qué sorpresa. Una polla dura pero no del todo que debía medir unos 18 cm pero muy gruesa y un tacto que me encantó.
    
    No podía esperar, llevaba mucho tiempo queriendo polla de verdad, de un macho, bien grande y que me usara a su antojo. Me arrodillé dejándome caer de golpe para empezar a oler y lamer esa enorme y hermosa polla. Me la metí entera hasta que me entraron arcadas, con su pubis en mi nariz. Me separé, pajeándolo mirando hacia arriba con cara de puta viciosa y me soltó:
    
    Él: Desde que te vi andar supe que necesitabas verga como nadie, que putita más viciosa estás hecha. Te gusta que te traten como a una mujer y te usen, ¿verdad?
    
    Yo: Por eso me gustan maduros, porque saben lo que necesitamos. - y le guiñé un ojo sacándole la lengua y con su polla apoyada en mi cara.
    
    Él se puso muy cachondo y me empujó la cabeza hacía su polla metiéndomela hasta el fondo, yo agradecido, gemí en tono agudo de mujer y seguí comiéndosela mientras empezaba a jugar con sus dedos en mi culo. Qué placer, aunque los juguetes puedan ser grandes y placenteros, la carne es la carne. En una que me la saco un poco más le solté:
    
    - ¿Tienes un condón?
    
    Él contestó que no pero al separarnos vi al hombre viejo de antes, en la puerta de la cueva junto a dos ...