1. Jubilados


    Fecha: 15/02/2019, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... es el director de orquesta y no tardará en conseguirlo. Maldi y Anne están en un grupo de una decena de mujeres que charlan, fuman y beben un poco separadas del resto, todas desnudas y en distintos grados de excitación y acción sexual. Circulan varios consoladores y vibradores entre ellas. Andrea me saluda con un gesto de la mano mientras les está comiendo la polla a dos de losarreglatodo, es una fiera mamando, cómo le gusta.
    
    En el jardín, Vera ha hecho un discreto apartado con dos hombres, que en este momento le están haciendo una dura doble penetración de culo y coño. Otro tío se la está meneando a la espera de poder meterla en la boca de la gimnasta. Los anfitriones han dejado de pasear saludando a todo el mundo —y poniéndose las botas mirando, son reconocidos voyeurs— se han detenido cerca del grupo de Vera y, tras arrodillarse, marido y mujer les están pegando unas mamadas de premio gordo a dosboys musculitos que han debido contratar para la ocasión, hay otros dos más por ahí que están medio secuestrados por varias mujeres. Donde mires encuentras hombres y mujeres follando de una u otra manera, cada uno a su rollo, pero muchos exhibiéndose para los demás.
    
    En la parte trasera de la casa —es la zona más reservada y menos iluminada del jardín— se han reunido varias personas alrededor de una mujer atada a un pesado caballete de madera de gran tamaño. Es Ula, una holandesa rubia, alta,grandona, que está doblada por la cintura, con las piernas muy abiertas atadas a la ...
    ... altura de los tobillos y los brazos estirados, separados del cuerpo, atados por las muñecas. Nanko, su marido, está situado a un par de metros de ella, con una correa de suave cuero en la mano, azotando la espalda, el culo y los muslos de la hembra. Lo hace con calma, separando un golpe de otro —suenan restallando— para que los sienta todos y cada uno de ellos, dirigiéndose a los mirones a los que pide que insulten a la mujer castigada porque es una esposa infiel y puta —usa los insultos en castellano— e invitando a quien quiera a darle unos azotes. A cada rato alguien acepta y golpea a Ula —algunos con verdadera saña, con fuerza, también en las grandes tetas colgantes de la rubia holandesa y en el expuesto coño— que se queja, se retuerce, a veces de dolor y otras de salvaje excitación. Mientras, el marido le mete la polla, muy larga y estrecha, en la boca y la esposa mama con fruición, con muchas ganas. El tipo no se quiere correr todavía, por lo que la saca. Este jueguecito puede durar un par de horas o más, con alguna que otra variación, como que algún hombre o dos del público penetren a Ula por donde le apetezca o que obliguen a la hembra a comerle el coño a alguna mujer o que Nanko utilice una fusta o una vara para el castigo o pinzas de acero para los pezones… Durante los días siguientes Ula lucirá en la playa las marcas de los azotes, orgullosa, alegre, feliz, siempre dispuesta a comentar lo mucho que su esposo y ella se quieren y el placer que él sabe darle.
    
    Gary, ...