1. Maduro busca amiga. La joven sentía arder su sexo, respondió al señor maduro


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... que no volví a sentir con otros. Los siete orgasmos conseguidos con tu relato me impulsaron a escribirte. Soy Sonia, una mujer ardiente que quiere ser tu amiga…podemos platicar?”
    
    Respuesta afirmativa, y en poco tiempo ese ida y vuelta, jugando a la escondida virtual nos convirtió por un momento en niños lúdicos, del lenguaje juguetón pasando por la insinuación atrevida y de doble sentido, la facilidad del whatsapp y del chateo por el hangouts de gmail nos facilitaba las cosas, nos permitía el contacto en un medio más personalizado, adentrarnos un poco más en la intimidad del otro.
    
    De este modo el contacto fue creciendo, perdiendo pudores y ganando confianza, la complicidad se hacía más libre y permisiva, ella era siempre quien subía la apuesta, las expresiones exceden lo virtual, la fantasía excede el marco del texto, ella se atreve a mostrarse en una tímida selfie, como le gustó el comentario, siguió con otra y otra hasta que se mostró de forma que revelaba sus intenciones de salir del espacio virtual y trascender al conocimiento en vivo y en directo.
    
    La propuesta fue germinando en un sentimiento de simpatía, deviene en afectuosa cordialidad hasta por fin decantar en intensidad que amerita el avance sobre el conocimiento personal. Los tiempos se acortan en la medida que el deseo del encuentro se hace carne. El mensaje ¿Y si nos vemos? Tuvo la respuesta simple y concisa: “Me parece bien”
    
    Solo quedaba un obstáculo, la distancia, pero un nuevo Whatsapp de ella lo ...
    ... solucionó: - En la semana próxima tengo que viajar a Buenos Aires por un trámite, te parece si nos encontramos?
    
    En sólo un par de líneas se acortaron los cuatrocientos kilómetros que recorríamos a diario en los mensajes del teléfono, ella había decidido conocer al señor mayor, o como daba a entender, conocerlo y algo más...
    
    Me subí a la fantasía de que vendría por ese “algo más”. Los años y la experiencia de vida no sirven de mucho a la hora de la verdad. Ahora la cosa es cara a cara, el todo o nada, gustar o ser rechazado, me sentía como Julio César a la entrada de Roma, y como él me dije, “la suerte está echada”, entré al discreto barcito, ella eligió el lugar, yo la hora, la reconocí, me gusto, me gustó mucho, era mejor de la imagen que de ella tenía forjada en todas estas noches de diálogo. Ahora faltaba lo peor, me miró, nos miramos, me sentí rindiendo el más difícil examen de mi vida, no hubo respuesta, solo una sonrisa, sin dejar de mirarme en sus ojos, me senté, el momento de solicitar dos cafés al camarero sirvió para ordenarme y ver como afrontaba el minuto siguiente.
    
    Saque mi vista de ella para mirar al camarero, era una forma de darle un respiro y que pudiera evaluar sin la inquisidora pregunta ocular de quien está siendo objeto de estudio. ¿Qué tal?, ¿te gusto?. Al devolverle la mirada me topé con una sonrisa cálida, había complacencia o resignación, pero al menos no rechazo de plano.
    
    El calor de café parecía crear un clima más natural, más cálido y ...
«1234...9»