1. Maduro busca amiga. La joven sentía arder su sexo, respondió al señor maduro


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... de pasión y la boca de cálida humedad, recuerdo del contacto reciente.
    
    Nos despedimos, no hubo promesas de encuentro, no hubo acuerdo de nada, para qué, ¿qué falta hacía? todo había sido dicho, todo había sido acordado, los cuerpos y el deseo eran sabios, no hacían falta más palabras para decir la necesidad harto manifestada en ese contacto, tan breve como pródigo en gestos y señales corporales.
    
    No habían pasado más de quince minutos cuando estaba por tomar el celular para llamarla que, el bip bip electrónico me hizo atender, ¡Sí era ella!, se anticipó por un par de segundos a mi intención de hacer lo mismo. Después del ritual -¡Hola!, sabes que... –¡Si!, yo también...
    
    Respondió con un sí a la nunca formulada pregunta, ambos coincidimos en volver a vernos, a revivir la misma experiencia de un momento antes. Desandar el corto trayecto al lugar del encuentro previo, como cábala, como para repetir los mismos instantes.
    
    Había transcurrido muy poco tiempo, no más de quince minutos, era la pausa necesaria para calmar la timidez y darnos un tiempo de reflexión, ese momento a solas con uno mismo para digerir la emoción de conocernos, ahora era el momento de reencuentro, volver a vernos las caras, sin la ansiedad y la incertidumbre de hace tan solo un momento, ya no era la primera vez.
    
    Nuevamente, en el mismo café, solo que ahora habíamos elegido un lugar más reservado, algo más íntimo, la infusión daba aromático marco a la charla, mezclando temas, lo trivial e ...
    ... intrascendente con otras de más sustancia, algo que tenía más relación con los motivos de volver a estar cerca. Mientras charlábamos nuestros ojos se llenaban de deseo, nuestras manos se fueron buscando, las de ella estaban húmedas se agitaban, denotaba cierta ansiedad que no podían esconder, las atrapé entre las mías, la paloma se deja enjaular, mansamente, disfrutando del encierro.
    
    Terminamos el café, lentamente nos dirigimos al auto, sin preguntar, tome en dirección a un hotel de la zona, subimos a la habitación, tomados de la mano, dos pequeños amigos temerosos en el primer día de clases, como dos tórtolos, sin hablar, miradas furtivas que insinuaban todo sin decir nada. Ingresé tras ella, cerré, apoyando la espalda contra la puerta, haciendo contención con el afuera, dejar el recién para entrar en el ahora, nuestro primer momento de intimidad estaba poniendo en escena el deseo y la fantasía que devanaba nuestros sesos y consumía nuestros sexos.
    
    Era ese momento, como un flash nos pasa todo, se detiene el tiempo, el corazón deja de latir, la imagen generada por mil palabras escritas y otras tantas sugeridas pasan a ser letra muerta, ahora es tiempo de amar, tiempo de poseer, momento de expresar esa pasión incontenible del mejor modo, avasallante, arrollador, tierno, dulce y contenedor. Era el momento, sentimientos encontrados, darle cauce al desborde del deseo de la mejor manera, sentir y hacerla sentir, canalizar la pasión, hacer imborrable ese momento mágico que irrumpe en ...
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