1. Estoy embarazada


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... voluminosos.
    
    Muy cerca de la cama únicamente mantenía puestos mi sostén y mis pantaletas, veía en él cierta reserva de mirame de esa manera, pero a pesar de ello no intentó disimular lo que le complacía aquella situación. Mi sostén no lograba mantener mis globos en su lugar y mis pantaletas transparentaban claramente mi abundante vello púbico, además de que yo tengo el empeine de mi monte de venus muy alto, esto provoca que mi sexo se mire demasiado acentuado, toda su atención en mi entrepierna logro excitarme, así de manera natural, es algo que no pude dominar, sentía la lascivia impresa en su rostro, como el lobo deseando devorar a caperucita, su mirada provocaba que mi temperatura se elevara de forma súbita, y así con la sangre hirviendo en mis venas, decidí seducir a mi bebe.
    
    El deseo provocaba que sus ojos brillaran intensamente, pretextando cansancio, le pedí masajeara mi espalda, era evidente su turbación y como no, si estaba boca abajo con mis grandes y carnosas nalgas incitando sus sentidos, sin protestar, se aprestó a cumplir mi petición, pero adujo que el tirante de mi sostén no le permitía masajear libremente, era evidente que no era masajista, pero puso todo su empeño en complacerme, aún recuerdo como sus manos temblaban al rozar mi piel, las palmas de su manos tibias y lizas se desplazaban por mi espalda.
    
    —hacia al costado por favor, oh sí que rico.
    
    De pronto sentí como sus manos en ambos costados llegaron a alcanzar parte de mis senos, sentí tan ...
    ... delicioso aquello que no me atreví a detenerlo, él sintió la suavidad de mis senos y los apretó suavemente, mi temperatura seguía en aumento, era la verdad, la suavidad y calor de sus manos lograron desatar mis deseos, y sin medir consecuencias volteé boca arriba, solo para que mi bebe tomara mis pezones y los masajeara con la yema de sus dedos.
    
    Me estremecí de pies a cabeza y terminé sucumbiendo y no pensar en otra cosa que saciar mis deseos, sin importarme que fuera mi hijo quien tuviera que saciarlos, su trusa era lo único que portaba en ese instante, decidida dirigir mi mano a su parte delantera y tomé entre mis manos la gruesa y caliente barra, la cual palpitaba dura y desafiante. Cerré mis ojos complacida al palpar la hombría de mi hijo que estaba grande, gorda, y caliente. Esta acción mía le dio seguridad a mi cachorro y fue deslizando lentamente su mano por mi vientre hasta el resorte de mis pantaletas, quizá en espera de que detuviera su audaz incursión, cuando en realidad aquella pausa hizo acrecentar mi ansiedad, dándome cuenta de que su timidez lo detenía.
    
    Con mi mano libre tome su mano, y la puse sobre mi panocha, al instante sentí sus dedos deslizar y se provocó que pegara un pequeño sobresalto. Enseguida ya más decidido, froto mi pubis con suavidad, antes de levantar el elástico de mis pantaletas y meter su mano dentro de ellas. Separe mis piernas y lo deje hurgar con libertad dentro de mi panocha, aquello era tan agradable que empecé a gemir llena de ...
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