1. Manuela (04)


    Fecha: 18/02/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... descorchar.
    
    Rovira padre apenas bebe unos sorbitos intenta cantar el himno del Barça, cae redondo, le acostamos sobre la cama del matrimonio y pasamos a la habitación de la hija para charlar y acabar con el excelente champán. Tengo que pasar al cuarto de baño y oigo sin poder identificar la voz: "mejor apagamos la luz, así queda todo más íntimo, ¿no?".
    
    Cuando salgo me dirijo hacia el sofá situado frente a la cama. Alguien se ha preocupado de que no se vea nada echando las cortinas y apagando hasta los cigarrillos.
    
    Logro sentarme en el centro del sofá y apenas me he acomodado, la mano de una de las mujeres vuelve a acariciar mi polla que se levanta en cuestión de segundos. Las dos mujeres hablan conmigo y mantenemos una conversación sobre cine que va languideciendo rapidamente. En la oscuridad se puede cortar el ambiente.
    
    La mano se detiene, se separa momentáneamente y comienza a desabrochar la bragueta, sacando mi rabo tieso y duro sin dificultad. ¿Qué hago, me lanzo a la piscina?. ¿Qué puedo perder?.
    
    El culo que está a mi derecha es el de Montse madre, grande y más blando, lo agarro con tal fuerza que la mujer pega un respingo. Una exclamación ahogada suena cuando mi mano izquierda coge con fuerza el culito duro y apretado de Montse hija.
    
    La mano masturbadora no se ha detenido en ningún momento y ya aprieta un cipote hinchado, tenso y con ganas de algo más.
    
    Una boca ansiosa empieza a comer mi boca y después introduce la lengua todo lo dentro que ...
    ... puede.
    
    Tienen que ser las dos, madre e hija, no me cabe duda. Mis manos acarician, masajean y aprietan dos culos excelentes y excitantes.
    
    Estoy intentando mover las manos para atacar la parte delantera de las Montses, cuando se enciende la luz y la voz del catedrático Rovira se deja oir con el tono propio de los borrachos: "osti, Montse, no encuentro las pastillas. Tengo ardor de estómago, no se dónde están. Pero sigan a lo suyo, por favor, sigan charlando como si yo no estuviera ..."
    
    Montse madre acompaña a Rovira hasta su habitación. La hija se lanza como una loba a mamar mi pene; ensaliva, muerde, lame, besa, aprieta, todo al mismo tiempo que se va quitando la ropa. Está buena la Montsita: tetas redondas, duras y de buen tamaño con pezones grandes; culito redondo y duro; piernas largas delgadas; sexo depilado casi por completo y morbo, mucho morbo en esa cabeza casi rapada que se mueve arriba y abajo al compás de la boca que se come la polla.
    
    Quiero desnudarme por completo cuando de nuevo se abre la puerta de la habitación. Montse madre entra, se queda observando a su hija que ni se ha dignado mirar ocupada ahora en la punta de mi capullo y se desnuda con rapidez. No puede negar que es la madre: tetas redondas grandes con pezones oscuros duros y largos; culo grande y redondo; piernas largas de muslacos gruesos; sexo con una mata morena de vello que parece el Amazonas y un puntito de coquetería porque no se quita las medias negras que le llegan a los muslos. Sí señor, ...