Benditas sean las tetas
Fecha: 20/02/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
Benditas sean las tetas
Si creyera en algún dios rezaría para darle las gracias, pero prefiero ocuparme de Marga y su empapado coño
Llevo casi un año follándome a Margarita, y desde hace dos meses me estoy tirando a Blanca, su única hija. Las cosas me han venido rodadas, me estoy poniendo ciego con dos tías buenas, calientes, a las que les gusta satisfacerse conmigo y darme placer. No puedo pedir más; bueno, sí, que la madre no se enfade demasiado cuando se entere de lo mío con Blanca —es muy capaz de cortar conmigo o de cortarme las pelotas— y que la hija sea discreta, tal y como es Marga respecto de nuestra amistad, fundamentalmente sexual.
Conozco a Margarita hará unos tres años, aunque apenas habíamos tenido trato. Trabajamos en la misma empresa y el último año y medio estamos juntos en la sección de Compras, desde el momento en que la trasladaron —su anterior jefe intentó tirársela, y como ella no quiso, estuvo un tiempo puteándola y acosándole más de la cuenta. A la empresa le vino de perlas, echó a un directivo que ganaba un pastón y además se pudo colgar la medallita de la lucha contra elmobbing— y pasó a ser una de las secretarias de esta unidad. Cuarenta y seis años bien llevados, mujer educada, quizás algo antipática en el trato hasta que tiene confianza, pero buena compañera muy eficiente en su trabajo.
No es guapa, frente despejada, nariz grande y la necesidad de utilizar gafas en todo momento no le permiten tener un rostro muy agraciado. Otra cosa ...
... es su cuerpo. Es una tía buena,follable al mil por cien, de estatura mediana, curvilínea, buenas piernas, muslos anchos, culazo estupendo, y, destacando sobre todo lo demás, sus grandes fabulosas tetas, que lejos de esconder, las muestra vistiéndose con vestidos ajustados, camisas desabrochadas o semitransparentes, escotes de todo tipo, en ocasiones verdaderamente atrevidos, yendo casi siempre sin sujetador en cuanto llega el calor veraniego. Un escándalo desde el hipócrita e interesado punto de vista masculino y de algunas mujeres, que la conceptúan como descarada, calientapollas y puta, aunque esto último nadie lo dice abiertamente. Es consciente de cómo los tíos hacemos lo imposible por asomarnos a sus escotes para ver sus excitantes pechos, pero ella siempre como si tal cosa, con la mayor naturalidad posible, cumpliendo en su trabajo y sin molestarse en darle importancia a posibles comentarios. Y contenta, mucho, le encanta ser centro de atención y de conversaciones de tipo sexual.
A mí me ha puesto dura la polla innumerables veces, y lo sigue haciendo ahora que somos amantes. La verdad es que Marga —así le llamamos todos— es exhibicionista, le excita saberse centro de las miradas, comentarios y deseos sexuales, al mismo tiempo que se permite despreciar en lo más íntimo de su ser a todos aquellos —en especial a las mujeres— que le critican por su forma de lucir su cuerpo, y, por supuesto, a aquellas que le envidian ese par de tetas cojonudas, que me atrevo a decir que ...