El día que me desvirgaron
Fecha: 25/02/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
Fue en Zaragoza hace ya tiempo de esto.
Me encontraba realizando el servicio militar en la Academia General Militar de Zaragoza. De aquellas contaba con 21 años, medía y mido 165 centímetros de estatura, y pesaba por entonces 58 Kg. De pelo negro azabache, un culito redondito, y algo respingón.
Aquel día, decidí salir a la hora de paseo; creo recordar que sería sobre las 6 de la tarde; primero iba a cambiarme de ropa al bar donde solía comer o cenar. Allí me quitaba la ropa militar para luego ponerme la ropa de civil; era un pantalón de pana, una camisa, y una cazadora.
Después de terminar de vestirme con la ropa de civil, y dejar el petate con la ropa militar en dicho local, salí a pasear por Zaragoza.
Primero acudí a la zona pija; es la zona universitaria; allí pasé buen rato, tomando unas cervezas, y escuchando música.
Cuando me cansé de beber, decidí dar un paseo, e ir acercándome a la avenida de la independencia, para acudir antes de ir a cenar, al local que estaba de moda por aquel entonces, que no era otra que Radio Zaragoza. Así se llamaba aquel local, donde había buen ambiente, y bastante marcha.
Como no era cosa de apurar, fui dando un pequeño paseo, incluso parándome a ver algún escaparate.
Estando viendo un escaparate de ropa, me fijo, que hace rato que me sigue un hombre de unos 30, o 35 años. El cual también se queda parado viendo el escaparate que yo miraba. Me fijé que llevaba puesto un pantalón color casi rosa, el cual me llamó la ...
... atención, por lo que me di cuenta de que sería homosexual.
Quedé pensativo, empezando la mente a darme vueltas, y empezando a ponerme algo cachondo. Seguí con el paseo, volviendo a pararme en el siguiente escaparate.
Ahora si él se paraba, no me quedaba duda, de que estaba tratando de ligar con migo. Y así pasó.
Se paró donde yo estaba, empezando a entablar conversación conmigo. No recuerdo las palabras exactas que me dijo, pero el caso es que me tiró los tejos, correspondiéndole yo afirmativamente a su proposición.
Me dijo si tenía a donde ir, contestando yo que no. Entonces me propuso quedar para el día siguiente ya que él en ese momento no podía, y que había quedado con unos amigos. Me dijo que se llamaba Urbano, que era de Barcelona, y que estaba de paso en Zaragoza.
Quedamos para el día siguiente, dando la dirección a donde ir. No era otra que el hotel Europa, el cual estaba en la avenida de la independencia. Que cuando llegase, preguntara por él, Urbano; no recuerdo los apellidos; que ya me diría a donde ir.
Así que ese día terminé por marchar para el cuartel a dormir, y ya vería si al día siguiente, no me arrepentía.
El día siguiente llegó, con la decisión de acudir a la cita. Nunca había mantenido relaciones sexuales, solo alguna paja con amigos, y una mamada que nos realizamos mutuamente un amigo y yo. Esa era toda mi experiencia sexual; bueno una vez acudí a una prostituta profesional, pero no me había quedado nada satisfecho.
Llegó la hora de ...