1. El día que me desvirgaron


    Fecha: 25/02/2019, Categorías: Confesiones Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... salir, tomando yo rumbo a la cita. Estaba bastante nervioso por aquella cita, y no se me pasaría hasta estar con él.
    
    Llegué al hotel, y en recepción pregunté por Urbano, dándole el nombre y apellidos, y pidiéndole que le comunicara que estaba yo allí; por supuesto le dí mi nombre y apellidos.
    
    Al momento, me avisa el recepcionista, que hiciera el favor de subir a la habitación, que me estaba esperando. Cogí el ascensor, dirigiéndome a la habitación del hombre que me iba desvirgar mi culito.
    
    Nada más llegar a la puerta, me abrió, Urbano. Llevaba puesto un albornoz. Me hizo pasar, y al cerrar la puerta, me dijo que me desnudara, cosa que empecé a realizar con suma rapidez.
    
    Me quedé en slip, sentado en el sillón. Me pidió que me metiera en la cama, y así lo hice.
    
    Estando los 2 en la cama, empezó por besarme, y con una mano, empezó a bajarme el slip. Una vez lo tenía a la altura de mis tobillos, con su pie empezó a sacármelo por completo, quedando el slip, a los pies de la cama, y entre las sábanas.
    
    Después de manosearme, y morrearme a conciencia, me hizo meter la cabeza entre las sábanas, para que le hiciera una mamadita a su pene. Fue entonces cuando pude ver bien su polla, siendo esta bien formada, no muy larga, y bien proporcionada. Yo no tenía mucha experiencia, y no paraba de darme arcadas, cada vez que aquella polla me tocaba la campanilla; hasta me hacía llorar los ojos.
    
    Cuando él se cansó de que le chupara la polla, me puso de costado, quedando el ...
    ... detrás mía, y al lado de la mesilla de noche.
    
    Me arrimó su polla a mi culo, intentando meterme aquella polla. Pero al no estar yo bien preparado, y siendo virgen, me hizo daño, haciéndome soltar un pequeño grito. Aaaaah, me estás lastimando, le dije.
    
    Entonces se sentó en la cama, y abriendo el cajón de la mesilla, sacó una caja de crema para las manos; se llamaba Atrix; abrió la misma, y con 2 dedos, cogió una buena porción de la misma. Empezó con ambos dedos, a untarme el ano, introduciendo uno de sus dedos, un poco en mi ano. Cuando terminó de ponerme la crema, agarró su polla, y colocándola en la entrada de mi ano, fue metiendo poco a poco su polla.
    
    Al momento de entrar su glande, sentí algo de dolor, pero al seguir entrando aquella polla, el dolor, pasó.
    
    Cuando estaba bien ensartado, empezó con ligeros movimientos de cadera. Iba suave, y poquito a poco. Ya le estaba empezando a coger cierto gustillo, cuando de repente sacó toda la polla de mi culo, y me pidió que cambiásemos de postura.
    
    En ese momento, me dieron ganas de estrangularlo. Ahora que ya la tenía dentro, había que volver a empezar, y volver a sentir el dolor de entrar aquella lanza en mi culito virgen.
    
    Puso una toalla de baño en la cama, la cual iba desde los pies de la cama, hasta la cabecera. Me dijo que me pusiera a 4 patas sobre la toalla. Así lo hice, por lo que me fui a los pies de la cama, y desde allí me subí a la cama, poniéndome en 4 patas sobre la toalla.
    
    El sin subirse a la cama, ...