1. Mi prima Lucía, la mejor amiga de mamá.


    Fecha: 26/02/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... digas Lucía…
    
    Me sentí perdido. Si había ido a buscarme a mi habitación es qué sentía por mí algo más que el simple cariño por un primo, me había masturbado e incluso me la había mamado. Tal vez para ella sólo era sexo, pero para mí era algo más… Me sentía confundido. Me marché a mi habitación.
    
    Media hora más tarde llegó mi madre y ya habíamos preparado todo para comer. Desde las palabras de mi prima, me sentí alejado de ella y ni siquiera la miraba. Cuando llegó mi madre se marchó a su habitación y se cambió de ropas. De nuevo se ponía aquellas ropas que la hacían tan excitante el día anterior, sobre todo ver sus tetas. Tras la comida, Lucía volvió a marcharse a su facultad, mientras mi madre y yo quedamos en casa. Yo intentaba estudiar en mi habitación y mi madre hacía sus cosas por la casa.
    
    - ¿Te gusta tu prima? – escuché la voz de mi madre tras de mí.
    
    - Sí… - contesté.
    
    - Es una chica bonita, pero tal vez ella no quiera lo qué tú te imaginas…
    
    - Eso parece… - le respondí afligido.
    
    - ¡Vamos, ven! – mi madre me cogió de la mano y me llevó al salón, puso música y se abrazó a mí - ¡Me ha dicho tu prima qué bailas muy bien!
    
    Me dio la espalda y pegó su cuerpo al mío. Mis manos la cogieron por la cintura y mientras sonaba la música, nos agitábamos al ritmo y su culo se frotaba levemente contra mí. ¡No podía ser! Mi madre me provocaba una erección y ella lo tenía que notar, casi se notaba a simple vista en el pantalón de mi pijama.
    
    - ¡¿Estás más animado?! ...
    ... – me dijo jadeante por los movimientos que había hecho.
    
    - Sí mamá. No sabía qué te movías tan bien bailando.
    
    - Es qué nunca me has pedido que bailemos. – rió y quitó la música - ¡Ahora a estudiar y no te preocupes por tu prima!
    
    Durante unas cuantas horas estuve estudiando. Pensar en mi prima pasó un poco a segundo plano cada vez que recordaba el roce del redondo culo de mi madre cuando bailaba conmigo. ¡Joder, sentir deseos por mi prima era una cosa, por mi madre era algo más pervertido! Entonces comprendí que mis verdaderos sentimientos por mi prima no eran más que la respuesta de mi cuerpo por su hermoso y sensual cuerpo. Al igual que me ocurría con mi madre. Supuse que cualquier mujer que se acercara a mí me produciría la misma reacción. Me sentí aliviado con aquel pensamiento. Y cuando regresó mi prima me sentí más aliviado en su presencia, casi ni necesitaba mirarla.
    
    Y los días iban pasando. Y las semanas. Hasta que un momento llegó la Navidad. Creí que mi prima se iría a su casa, pero no lo hizo. Se quedó allí con nosotros y preparamos todo para la noche buena. Mi madre y yo siempre las habíamos pasado solos los dos, allí, en casa. Aquella noche sería algo diferente pues estaría Lucía con nosotros. Más raro me resultó que mi prima no quisiera ir a ninguna de las fiestas a las que sus compañeras de clase le habían invitado. Ni se fue con su familia, ni con sus amigas.
    
    Cuando llegó la Noche Buena, los tres estábamos en casa. Todo iba genial, hablábamos, nos ...
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