1. El juguete preferido


    Fecha: 16/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    Atención; exclusiva para gente de amplio criterio, con alta comprensión del contenido literario sexual de este texto. Recordando que esto es fantasía. si esto se apega a la realidad, esa no es la intensión.
    
    Dany fue el preferido de mamá. Además, muy obediente cuando era niño. Cuando ella decía horade ir a dormir, él se iba a dormir sin protestar. Cuando ella decía hora de comer, él comía sin hacer mala cara a lo que ella le servía. Cuando ella ordenaba apagar la TV, lo hacía sin discusión. Él hacia todo, porque antes que nada amaba a su mamita.
    
    A pesar de sufrir la ausencia de su padre se puede decir que Dany vivió una infancia feliz. Por supuesto buen niño, pero también curioso. Por las noches su mamá salía fuera, y lo encargaba con una señora vecina que vivía muy cerca de ellos. Ella esperaba verlo dormir, pensando confiada que era así. Pero Dany solo fingía. Esto se repitió muchas ocasiones. Sin que Dany se diera cuenta a qué hora regresaba. El sueño le vencía y dormía como tronco.
    
    Pronto crecen los niños y Dany no fue la excepción. Era casi un joven cuando una noche despertó, al escuchar ciertos ruidos que no le perecieron normales, salió a hurtadillas de su dormitorio y fue al dormitorio de su madre, de dónde provenía aquel ruido, Allí estaba su mamita en la sala de estar, desnuda de rodillas delante de un hombre que estaba igualmente desnudo. Estaban en un ángulo donde podía mirar con claridad lo que estaban haciendo, sin ser descubierto. Por ese mismo motivo, ...
    ... miro la enorme verga del desconocido, deslizándose dentro y de la boca de su madre. Por supuesto que sabía lo que lo hacían, pero no entendía porque su madre se veía tan feliz mamando aquel enorme falo. Observó como el hombre empujaba su tranca, al tiempo que jalaba la cabeza de su mamita. Prestó toda su atención, a sus senos. Enormes globos que oscilaban de aquí para allá, y las nalgas peludas del hombre, con las rodillas un tanto flexionadas. Sus compañeros del colegio le habían comentado sobre lo que estaba observando, pero jamás imagino lo que las mujeres disfrutaban aquello, y mucho menos de su mamita. Suspiro en silencio observando a su madre devorar golosamente el gigante órgano. De pronto, miró al hombre apartar a la fuerza a su madre, y la obligo a empinarse, y a él arrodillarse tras de ella. Tomo con una mano su enfurecido tronco, y aplicó saliva para después apuntarlo y hundirlo por completo en las entrañas de su madre. Dany abrió sus ojos desmesuradamente, al ver que su madre desaparecía totalmente aquella enorme y endurecida tranca.
    
    Pasaron algunos meses después de aquello, y su mamita seguía con sus paseos nocturnos cuantas veces le daba la gana. Solo que a partir de aquella noche él la esperaba hasta oírla regresar, casi al finalizar la noche, ella agradecía a la niñera y luego escuchaba la risa suave y las voces apagadas de mi mamita y quienquiera que haya salido con ella. Algunas veces se portaba muy discreta, y hasta parecía que nadie estaba con ella. Sin ...
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