1. El juguete preferido


    Fecha: 16/08/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos

    ... totalmente desnudo, y pensé que mama se enojaría cuando me viera de ese modo. Pero ella sonrió y me indico con sus manos que me acercara a ella.
    
    —ven a dar a mamita un abrazo.
    
    Corrí hacia ella como perro hambriento, más tardé en estar cerca de ella, que, en besarla con todo mi amor, estaba muy excitado y mi verga libre por mi desnudez, pronto estuvo alojada en su entrepierna. no, no era su “Jorgito” era mi verga hinchada e impetuosa tratando de alojarse en su intimidad, mama cerro los ojos y gimió en silencio por la presencia de mi verga empujando su peluche. Muy a su pesar me apuro a tomar mi baño. Ahí nos separamos momentáneamente sabiendo que nuestro reencuentro seria dulce, muy dulce.
    
    La noche fue maravillosa, mamita me mamo verga, y me permitió frotarla en sus nalgas hasta que me derrame, esta vez en sus nalgas completamente desnudas, pero con la frustración de que mamita no se dejó penetrar ni siquiera por ese prodigioso culo, que se había convertido en mi obsesión. En cambio, permito que frotara mi verga en su rajita, ella se vino muy rápido y provocó que yo también lo hiciera, al contagiarme de su intensa emoción.
    
    Todo había cambiado en la vida de Dany y Dora, la siguiente mañana Dora se presentó en el cuarto de Dany. Un Dany que comenzaba a mostrar las huellas de su actividad nocturna. Lo encontró algo somnoliento y sin ganas de levantarse, fue entonces que urdió una forma de activarlo, Dora sabía que aquello era infalible, le quito sutilmente las sabanas ...
    ... pues ya había descubierto la gran erección que acompañaba a su joven amante, y sin importarle que la verga de su hijo guardaba vestigios de la noche anterior. Lo atrapo en su boca y lo succiono y lamio hasta hacerlo explotar, de pronto Dora sintió unas enormes ganas de enseñarle Dany a comer como todo un hombre la vagina voraz que ella poseía. Sabía que no disponía de tiempo suficiente y tuvo que reprimir sus deseos, lamiendo y chupando los testículos de Dany, frutos secos de su insaciable lujuria. Dora, la aparente estricta Dora, ahora era excesivamente cariñosa con su joven amante, delante de Pedro fingía ser dura con su hijo, pero cuando estaban solos lo trataba con la ternura de una mujer enamorada. De por si había sido muy favorecida por la naturaleza, era bella y poseedora de una tentadora Anatomía, frente a las demás madres ella era la princesa. Más joven y más atractiva, con los suficientes atributos para enloquecer a su joven amante. Dany salió presuroso a su cita con la ducha. Dora no pudo evitar reírse. ¡Hombres! pensó. Una vez terminado eso, te los quitas de encima. ¡Adelante a la siguiente cosa! Era la repetición de una película estúpida. Pero ciertamente Dany era un hombre pequeño, su pequeño hombre, mío con quien puedo hacer lo que me plazca. Luego, otro pensamiento corrió por su cerebro. ¡Pedro, viejo bastardo… todo es su culpa! Si me hubiera cogido más a menudo, nada de esto habría ocurrido. Dora quedo a solas, sentada sobre la cama de su vástago, pensativa, ...