1. La insoportable susceptibilidad de una mujer


    Fecha: 02/03/2019, Categorías: No Consentido Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos

    ... como si de un globo se tratara, quedando un escroto tensado; lo lamí lentamente para después aspirarlos como un huevo hervido se tratara, pero con piel rugosa. Emitía gruñidos roncos y profundos. Mientras tanto yo me notaba mojada. Me friccionaba con mi mano el clítoris, estaba excitada, comía con más ansiedad sus testículos con frenesí.
    
    —Necesitabas alguien que te diera caña de la buena, ahora tienes material para saborearlo. —Cerraba los ojos, apretaba la mandíbula; sus piernas empezaron a temblar—. Túmbate de una vez, te voy a preparar para joderte.
    
    Ya sobre la cama me abrió de piernas empezando a dedearme el clítoris, removía en círculos como si estuviera pasando el puré de patatas por el túrmix para quitarle los grumos. Me levanto las piernas cogiéndome de las rodillas aupándolas hasta arriba; su lengua era rápida, me lamia la parte superior de mi clítoris, yo me ponía de cada vez más mojada, estaba ansiosa de gozo. Mi alma estaba separada de mi cuerpo, se me nublaba la vista.
    
    —Veo que estás a punto nena, te voy a follar como nunca te lo han hecho, este coño parece mantequilla derretida, ahora vas a probar una polla de verdad.
    
    Su glande apuntaba a mi vagina y en un movimiento rápido de cadera me la clavo entera de una tacada sonora dejándola dentro sin moverse.
    
    —¿La sientes? —Mientras me miraba con ojos voraces y líquidos.
    
    —¡Sí, sí! —Dije desesperada de placer—, dame más por favor.
    
    —Tendrás tu ración puta, pero tendrás que pedirla, ¿te gusta así, ...
    ... dentro toda?
    
    —¡Por dios, dame más, muévete! No me hagas desesperar.
    
    —Estás acostumbrada a que lo hagan todo a tu manera nena, no seas impaciente. —al mismo tiempo que la sacaba entera y con el mismo proceder anterior volvió a dejarla otra vez clavada e inmóvil.
    
    Apretaba sus nalgas para que se moviera, estaba inmutable en esa posición, nunca pensé que hubiera deseado con más vehemencia que se hicieran mis dictados, estaba a merced de un chulapo, me daba una auténtica lección de gozo y delirio. Ninguna voluntad podía resistirlo.
    
    —¿Así nena? —Dijo empezando a moverse despacio— pues prepárate que llega el espectáculo.
    
    —¡Dame, dame! Mmm, como me gusta. Quiero más, más…
    
    —Toma, toma; la sientes ahora puta, dime la sientes —mientras incrementaba el ritmo.
    
    Empezó un ritmo de menos a más. Mis rodillas estaban sobre sus hombros, me bombeaba con impulso, sus mete-sacas se volvieron rápidos, de tacadas profundas y sonoras, al rato mantuvo una uniformidad de adentros afuera siendo este el ritmo uniforme y constante; notaba como sus testículos rebotaban en mi culo, me la clavaba hasta el fondo, mi coño chapoteaba, emitía un ¡chap, chap!; ¡chop, chop! constante, llegue a emitir pedos vaginales.
    
    —Toma, toma; siéntela. —Respiraba profundo, sudaba, jadeaba.
    
    —Así, así… ¡Mmm, oooh, ahhh! Me vengo, me vengo. —dije gritando de forma desesperada.
    
    Sus embestidas parecían trallazos eléctricos, estaba descargando su semen dentro de mi vagina, hasta que emitió ¡Ohhh! gutural y ...
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