1. Lo que pudo pasar, pasó


    Fecha: 03/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: tambienmeape, Fuente: RelatosEróticos

    La verdad es que a veces no sé como pasan las cosas. Simplemente fluyen hacia un final que no esperas. Aunque lo más curioso es que cuando llega no te sorprende por mucho que lo deseases o no.
    
    Esta historia trata de cómo un fin de semana tranquilo se transformó a lo contrario con una buena amiga mía y mi marido. Y de cómo terminamos haciendo realidad una de nuestras fantasías recurrentes a pesar de que ninguno tenía la más mínima intención de ello.
    
    Todo comenzó cuando, hablando con mi amiga por teléfono, le propuse que se viniese a pasar unos días con nosotros a nuestra casa en el campo. No estaba pasando por un buen momento ni sentimental ni en trabajo y pretendía que se “olvidara” un poco dando largos paseos en bici, saliendo de marcha, leyendo en la piscina… en resumen que pretendíamos animarla un poco del bajón que estaba pasando. Mi marido con ella es muy amable y siempre consigue hacerla reír de corazón (irresistible para las nosotras. Tomad nota chicos) y los dos le tenemos un cariño muy especial, algo así como si fuese mi hermana. No penséis mal, aun no, hablo de un aprecio casto y sincero.
    
    Ella llegó a la estación de tren del pueblo al lado de casa y mi marido fue a recogerla. Como sabía que estaba muy mal de ánimos hizo todo lo que pudo por alegrarla y ya llegaron a casa riéndose y contando tonterías. Habían pasado por el supermercado y comprado cosas para esos días, principalmente frutas, bebidas, carnes y verduras para la para la parrilla, tabaco y poco ...
    ... más. Nosotros apenas bebemos y siempre tenemos una “bodeguita” en casa que se nos caduca. De todos modos el fin de semana prometía ser tranquilo, jugando a las cartas, entreteniéndola un poco y haciendo de pañuelo de lágrimas la mayor parte del tiempo.
    
    Estos días había hecho un calor anormal para mi tierra en esta época, así cuando llegaron les propuse ir inmediatamente a la piscina. Subimos las maletas de Silvia (así vamos a llamar a mi amiga) y Magnus (así vamos a llamar a mi marido) se ofreció a preparar la comida mientras nosotras nos bañábamos (lo normal, he tenido la suerte de que le guste la cocina,,, un chollo porque a mí no atrae nada de nada). Así que él muy cielo se quedó arriba mientras nosotras no bajamos a darnos un chapuzón. Nuestra piscina está en el sótano y es de invierno así que en verano, aunque la apagamos, hace un calor en la habitación tremendo y todos nos tiramos de cabeza nada más entrar. Tengo que reconocer que es uno de nuestros principales pasatiempos cuando estamos solos. Transpirando y calentitos dentro del agua mientras fuera nieva… una delicia… (lo dejaré para otra ocasión).
    
    Bueno mi primera sorpresa fue cuando nos desnudamos para ponernos el bañador. Silvia me dijo que estaba guapísima, que había adelgazado, que estaba estupenda. Eso me puso el ánimo por la nubes. Un dulce no le amarga a nadie, y menos a mi. Yo no me encuentro muy atractiva la verdad, pero sé que ese es un problema que tengo, Soy consciente de que los demás no me ven así ...
«1234...16»