1. Lo que pudo pasar, pasó


    Fecha: 03/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: tambienmeape, Fuente: RelatosEróticos

    ... y que “levanto pasiones”. Lo que, por otro lado, me encanta. Mido uno setenta y cinco y estoy bien proporcionada, con unos pechos bastante hermosos (apetecibles a toda hora dice él) y me siento muy orgullosa de mi culete. Yo no me veo así, pero me sé rubia-guapa-exuberante, y de hecho me han propuesto para modelo en más de una ocasión.
    
    Bueno, vale, aquí si lo puedo confesar, en realidad me gusta mucho mirarme al espejo, en la soledad de mi habitación me encuentro realmente atractiva.
    
    Mi amiga Silvia me sorprendió aun más. No la veía desnuda desde las duchas del colegio donde, sinceridad primero, sentía una atracción por ella que no entendía en ese momento. Una especie de cariño de amiga realmente especial, de admiración. La veía realmente irresistible y entendía que los chicos se volvieran tontos con ella. Sentía algo de celos pero no de los chicos, de ella y siempre pensé que era porque, al fin y al cavo, era mi amiga y quería estar más tiempo con ella.
    
    Ahora estaba realmente hecha toda una mujer. Sus pechos, que no son muy grandes, pequeños más bien, son realmente atractivos y sus curvas, como las dunas de un cálido atardecer rojizo en el desierto, eran como una cascada de sensualidad que se derramaba desde su nuca, al aire bajo su corto pelo castaño rojizo, pasando por una elegante espalda, curvándose hasta su suave culete y siguiendo el ritmo de un pequeño ombligo como un guiño antes de una pequeñísima tripita como un adelanto de lo que hay más abajo. Tan ...
    ... sensual como siempre. Toda una pequeña provocación con su metro setenta de atractivo moreno aterciopelado y sus dos ojos melosos.
    
    -Los tiene que volver locos- pensé, ya que siempre le había gustado mucho seducir pero sin llegar a nada más. En el fondo siempre ha sido muy remilgada y ha dejado tras de sí toda una pléyade de corazones (y otras vísceras) destrozadas a su paso. Seguro que era la única del grupo del cole que llegaba virgen al altar, con eso todo dicho.
    
    Pero de repente me di cuenta de lo tenía todo depilado, ¡del todo!. Fue una sorpresa que no me esperaba y he de reconocer que eso la hacía mucho más atractiva de lo normal. Parecía tan cuidado y suave que comprendí que a algunos hombres les resultase así más atractivo, la misma diferencia de una axila depilada y a sin depilar. He de reconocer que me costó mucho trabajo no mirarla y de repente me encontré ruborizada mirandola fijamente a la cara para que ella no notara que mis ojos se desviaban casi sin querer abajo, a sus pequeños pero atractivos pechos, con dos casi coquetos pezones como dos botoncitos, y más abajo aun, a su certero ombligo, y aun más abajo aun donde el vello ya no hacía de frontera definida y solamente el sutil bronceado de la piel indicaba que se entraba en zona privada, reservada e intima. Pero gracias al cielo ella no se dio cuenta mientras me hablaba de lo maravilloso que era poder pasar con nosotros el fin de semana y de lo bien que lo pasábamos juntas de pequeñas jugando a maquillarnos y ...
«1234...16»