1. Lo que pudo pasar, pasó


    Fecha: 03/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: tambienmeape, Fuente: RelatosEróticos

    ... una de mis más escondidas perversiones es notar como esos músculos potentes de su trasero se ponen rítmicamente como piedras bajo la presión de mis manos mientras él, encima mía, me da todo el placer que es capaz de darme y yo sentir.
    
    Pero su timidez se vería aun muy “castigada” hoy. Silvia, salpicándolo, le dijo entre risas que donde iba, que estaba atontao por el calor, que el bañador lo tenía colgado en la ducha junto a la piscina. El pobre se quedó cortado y moviendo la cabeza como en resignación de su despiste lo cogió para irse con el a cambiarse. Entonces Silvia empezó con la broma de que se quedara, que nosotras nos habíamos cambiado aquí y él también tenía que hacerlo. Bromeaba de cachondeo con que queríamos un estriptis y yo le seguí la broma sabiendo lo tímido que es. El pobre lo estaba pasando fatal y estaba paralizado mirándome sin saber qué hacer. Así que como vio que yo le seguía la broma a mi amiga intentó el mal truco de la toalla. Sencillamente fue ridículo. Nosotras gritándole partidas de risa y el esforzándose en quitarse los pantalones y ponerse el bañador debajo de la toalla sin que se viese nada. Esa es una disciplina playera para la que los hombres no tienen habilidad, reconozcámoslo. Era desde luego el estriptis menos sexi que nadie se puede imaginar y nosotras lo jaleábamos aun más por eso. “Tío bueno” “Macizo”, le jaleaba ella, “esta noche te vas a enterar”, le gritaba yo, y el pobre cada vez estaba más nervioso así que cuando se iba a subir ...
    ... por fin el bañador debajo de la toalla esta se cayó, dejando al aire su precioso culete, aunque él se cubrió a la velocidad del rayo. Nervioso, rojo como un tomate, se dio la vuelta y riéndose como un niño que hacia una travesura se tiró a la piscina salpicando lo más posible. A lo que nosotras respondimos las dos contra él a la vez salpicándole y intentando hacerle ahogadillas, cosa que no conseguimos, claro. Éramos como dos ligeras y gráciles nutrias intentado ahogar a un oso. Nos cogió a cada una con un brazo y nos lanzó casi sacándonos del agua. A esto, claro está, nosotras respondimos aun con más ganas. ¡Las chicas no se rinden! y nos abalanzamos las dos a la vez sobre él. Estábamos en ese juego cuando de repente Magnus se escabullo y diciendo que se pasaba el arroz salió corriendo de la piscina haciendo mutis por el foro. Me pareció un poco precipitado y nervioso, pero ´rl para eso de la comida es algo “don perfecto”, así que no le di más importancia. Simplemente se había acordado de repente.
    
    La comida fue realmente agradable, contando bromas y chistes tontos. El arroz estuvo muy bueno (algo normal con mi marido). El ambiente distendido y alegre, era como el de unas buenas vacaciones. Así que hicimos planes para la tarde. Nosotras queríamos estar una rato más en la piscina y tomar el sol mientras mi chico se dormía una siestecita. Después podríamos ir al pueblo en bici a tomar un helado y dar una vuelta. Quedamos en volver a cenar a casa y ver una buena peli en la ...
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