Números Primos I - Cony 1
Fecha: 03/03/2019,
Categorías:
Humorísticos
Autor: Mewlen, Fuente: CuentoRelatos
... manos a explorar el cuerpo del otro; Mientras ella revolvía su cabello él comenzó a amasar sus tetas con fuerza, arrancándole a la mujer una serie de jadeos que exhaló dentro de su boca. La mezcla de olores pareció volverlo loco. Se separó de ella y se arrancó la camisa y el pantalón casi rompiéndolos, mientras ella lo miraba anhelante, extendiendo sus brazos hacia él.
- Ven, tómame -susurró-
La miró, quizás sorprendido. Esa no era la prostituta con la que había tenido una sesión de sexo oral ni bien hacían 10 minutos. Tenía antes sí una mujer, una mujer deseosa de su hombre. Su miembro no necesitaba tampoco mayores razonamientos: daba botes rítmicamente pareciendo respirar, olfatear la jugosa concha de Dolores. Se concentró en no olvidar que se trataba de un examen, pero todos tenemos nuestros esqueletos en el armario, y él no era la excepción. Logró resistir el llamado de la mujer a duras penas, hasta que ella decidió usar su última arma.
El hombre pudo ver en aquella penumbra el delicado centellear de las lágrimas que comenzaban a inundar los ojos de la mujer. Observó con cuidado y no eran lágrimas de pena o desesperación por obtener el trabajo. El rubor en sus mejillas y pecho, la hinchazón en los labios mayores y en las tetas, aunadas a aquella tentadora acuosidad en los ojos, gritaban a los cuatro vientos el hecho que la mujer lo deseaba, que de veras lo deseaba. Su vagina parecía gimotear al ritmo de su respiración, invitándolo a tomar por asalto aquella ...
... jugosa entrada, a permitirse un momento de debilidad.
Y ya no quiso resistir.
No, no la penetró. Aquello fue mejor, más íntimo, más propio.
Se deslizó sobre ella y sus sexos se acoplaron de forma casi perfecta. Dolores arqueó ligeramente su espalda cuando sintió que su pelvis chocaba con la de él, en una genuina muestra de gozo. Se abrazó al hombre con todo su cuerpo, tratando inconscientemente de maximizar el contacto de pieles. Él gimió en su oreja, complacido por el calor recibido.
- Ámame, aunque sólo sea por esta noche -dijo ella-
Tomó la pierna derecha de la mujer y la levantó hasta ponerla sobre su hombro, buscando hacer sus embestidas más profundas. Dolores levantó su pelvis, curvando así su vagina y haciéndola más estrecha, acto que él claramente apreció. La mujer comenzó entonces un bamboleo con su sexo que él, claramente, no se esperaba. la cadencia del movimiento se incrementaba lentamente y él comenzaba a sentir los primeros avisos de un orgasmo. Mordió delicadamente el interior del muslo de ella y la mujer reaccionó con una contracción en su sexo. Cambió de el hombro donde apoyaba su pierna y pasó a tener a la mujer a su disposición en una posición de tijera. Desde allí lanzó sus manos ágilmente a recorrer las generosas nalgas de Dolores, cosa que su cuerpo agradeció encharcando aún más su vagina.
Mantuvieron esa posición algunos minutos; él no quería venirse aún y ella disfrutaba viendo las expresiones de placer de la cara de él. Cuando alteraron ...