El tiempo pasa
Fecha: 17/08/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos
... las enseña. Me detengo en los pezones, es un festín besar, mamar y mordisquear levemente estas golosinas.
—¡Qué tetas, corazón!
—Tras parir a mi hija me crecieron varias tallas, me alegré mucho, y mi marido más todavía
Me arrodillo ante ella, beso suavemente varias veces su estómago abultado y su tripa sobrada de quilos. Con las dos manos le quito las coquetas bragas —siempre utilizaba ropa interior muy sexy— y me detengo a mirar su morenos gruesos mojados labios, con poco vello púbico, negro y no muy rizado, tal y como recordaba. Un beso en su sexo, unas lamidas recibidas con sorpresa por parte de Beca —hace años no le gustaba demasiado que le comieran el coño, decía que lo que le ponía a gusto eran los penes y los tíos lamerones le parecían lesbianas— unas rápidasmamaditas en el clítoris que desatan exclamaciones de excitación en la hembra, y me levanto para mirar todo su cuerpo.
—Date la vuelta. Ohhh, mi niña, qué culo
—Tengo que adelgazar, me sobran muchos quilos
—Ni se te ocurra, a ver de dónde vas a perder con lo buena que estás
Siempre recordaré a uno de mis primeros jefes en la empresa, ya cercano a jubilarse, que tomando unas cañas, en cuanto surgía el tema, decía siempre que la mujer debe tener el culo grande como el capó de un SEAT 600, para abarcarlo con los dos brazos, para lamerlo, chupar, morder y poder azotarlo con la correa del cinturón si llegas cabreado a casa desde el trabajo.
El culo de Rebeca no desmerece, no. Alto, redondo, ...
... duro, de piel morena, con carrillos que parecen dos medias lunas perfectas, separados por una raja estrecha, un poco más oscura, como el bonito arrugado ano. Es fabuloso.
—Mando, llevo mucho tiempo sin follar, métemela
Ya llevo un par de minutos follando a Beca con ganas, tumbada boca arriba en uno de los sofás del salón, con las piernas muy abiertas puestas en alto apoyadas sobre mis hombros. Me sigue pareciendo como antaño un coño cojonudo al que mi polla se adapta como a un suave guante, pero, quiero ver su culo mientras empujo.
—Corre, date la vuelta
Arrodillada sobre el sofá, apoyando los brazos en el respaldo y con el culazo en pompa, es una reina maravillosa que recibe mi polla desde atrás, de un solo golpe de riñones, empujando hasta dentro del coño, todo lo que puedo llegar.
—Ohhh, cabrón —unas de sus palabras favoritas cuando está follando— sigue, sigue
Le estoy pegando un polvo de los buenos, de los que de joven parecen de record y de mayor parecen imposibles de conseguir. Creo que me inspiran el estar agarrado con las dos manos a este bendito culo, el movimiento adelante-atrás de Rebeca, acompasado con el ritmo de mi follada, la fuerte respiración forzada, los grititos y jadeos de excitación de la mujer, el chop-chop provocado por la abundancia de jugos vaginales, el sonido más seco producido al chocar mis huevos con la parte trasera de sus muslos y el martilleo constante de la sangre a toda velocidad en mis oídos. Estoy dándolo todo, sudo tanto que ...