Desafío de galaxias (capitulo 49)
Fecha: 10/03/2019,
Categorías:
Confesiones
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... horror nuclear.
—Disparando torpedos en descarga continua, —una lluvia de puntos luminosos partió de la Alborán y describiendo una elíptica se separó de la zona del ataque anterior.
—Todos los torpedos disparados. En reserva ciento dos.
—Los torpedos están en el interior.
—Sistemas de propulsión desactivados. Navegan en impulso con los sistemas de apoyo.
—Tiempo estimado de llegada a objetivo: dieciséis minutos
—Lancen satélite de observación.
—Satélite lanzado.
—Motores de salto, abran vórtice.
—Vórtice establecido. Listo para actuar a su orden capitán, —dijo su padre, como siempre, timonel en sus naves.
—¡En marcha!
Como era su costumbre, Marisol paseaba intranquila por detrás de las consolas ocupadas por Anahis e Hirell. Marión, deambulaba entre las demás terminales, inclinándose de vez en cuando en alguna. Se incorporó y miró otra vez a Marisol negando con la cabeza.
Cuatro horas antes, cuándo se restablecieron las comunicaciones, desde el centro de mando presenciaron el ataque con Deltas y MARK. Después, vieron abrir vórtice y ya nada más, las comunicaciones con el Alborán se cortaron cuándo debían seguir activas.
—¿Seguimos sin captar la baliza de emergencia? —preguntó por enésima vez.
—Así es mi señora, —contestó Hirell con voz preocupada.
—¡No lo entiendo! ¿Por qué recibimos señal del satélite, y no de la baliza?
—Porque la baliza se dispara y conecta, cuándo la nave es destruida… —comenzó a decir Anahis.
—Ya he ...
... pensado en eso, y cuanto más lo hago más me cabreo.
—Pues yo no veo otra explicación, —afirmó Marión.
—Y sin armamento ofensivo: teóricamente han utilizado todos los silos.
—Desde luego no es lógico.
—Marisol, voy a hablar con los de Rulas 3, —dijo Anahis— que es donde cargaron los silos y los disparadores de torpedos. A ver que me cuentan.
—Cargar los silos desde el interior de la nave es un trabajo de chinos, —afirmó Marisol— ¡Cuándo la cace, la voy a estrangular!
—¿Cómo era eso que dicen en la Tierra?, —se preguntó Marión en voz alta—. ¡Ah!, ya lo recuerdo: ¿qué le dice la sartén al cazo?: Aparta que me tiznas.
Marisol se la quedo mirando fijamente, por dos veces abrió la boca, pero no pudo decir nada, y finalmente volvió a pasear.
Maite Aurre, estaba en una de las bahías de carga del Alborán, ayudando a recargar los silos con los Delta de reserva. Hacía tres días, que la nave volvía a estar oculta en la cueva del cráter. Cuando después del ataque, se activó el vórtice de salto, mediante una hábil maniobra, simularon que saltaban pero no lo hicieron, y regresaron a su escondrijo. No enviaron ningún mensaje al Cuartel General para no correr riesgos innecesarios.
—¿Cuánto le queda a los ingenieros? —preguntó su padre, mientras Aurre manejaba una de las grúas del hangar.
—Mucho papa, hasta mañana de madrugada no terminaremos, —reconoció Maite—. Sabía que iba a ser difícil, pero no me imaginaba que tanto.
—Ni tú ni nadie capitán, —dijo su ...