CABALGANDO (modestamente) - Relatos Eróticos

CABALGANDO (modestamente)

... tomar otra acción, Úrsula metió mano y extrajo la herramienta. Ella notó la dificultad que generaba pija tan dura con el pantalón y bóxer puesto, así que se levantó y retiró mis borsegos, extrayendo las prendas. 
No es cuestión de quedar en inferioridad de condiciones. Mientras insiste con sus besos lenguaraces, metí mano y bajé la tanguita, levantando la pollera a la cintura. No hubo dudas para la horcajadas. Cuando mi cabeza encontró sus labios, se sentó sin la menor duda y quedamos incrustados uno en otro. 
Cabalgó unos minutos, mediatizando sus gemidos, hasta su primer orgasmo.
-Nena, nena preciosa, ¿tenés la regla? 
-Si, si, no me acabés adentro… 
-No, no, claro… - ¿Podré darme el gusto de acabarle en la boca? – Te la saco cuando me esté por venir, te lo juro…
Cabalgó tranquila pero enérgicamente. Así fue que llegó al orgasmo.
La alcé y la coloqué parada con los pies sobre el sillón. ¡Justo a la altura de mis besos y chupadas! Luego de su segunda acabada, que no dejé de tragar, la hice arrodillar ante mis piernas y de una se tragó la pija. Mi acabada fue inmediata, con su perfecta y ansiosa glotonería… ¡En segundos no hubo más semen en su boca!
La acosté sobre el sillón y se la clavé hasta empujar el útero.
-¡Aaahahahah! ¡Ssiii! ¡Sisisisi! ¡Síííí! ¡Dale, dale asííí!
Estaba eufórico. ¡Qué complacientes son las mujercitas de mi país!