Mi dueña Karla - Relatos Eróticos

Mi dueña Karla

... actitud cambió de inmediato, la información era falsa, pero el chantaje funcionó.

Rápidamente me quité la camisa, me saqué el mahón y quedé solo con mi bóxer. Ella me miró y de inmediato hizo presión sobre sus piernas y las cerró. Me acerqué a ella y la comencé a acariciar. Me quité el bóxer, pues ya no cabía mi bicho comprimido, lo acerqué a su cara y le dije:
Yo: "¿Vez esto preciosa?, ¡Pues ahorita lo vas a sentir también!". Mientras se lo colocaba a la entrada de la boca.

De pronto, la comencé a desvestir, todo, menos los tenis, me excita verlas con los tenis puestos, primero su falda, su panty, le pasaba la lengua de un lado a otro por sus piernas y su chocha; subí hasta morder su ombliguito, llegué a sus tetas, le rompí la blusa con las manos y quedaron al descubierto, tuve que usar la navaja para romper su brassier, al fin los vi. Eran medianos y generosos para su edad, marroncitos, con el miedo, tenia los pezones erectos, ¡Que escena! La fotografío completamente desnuda.
Karla: "¡Eso no!"
Yo: "¡Vas a ser toda una estrella del porno. Pon tu mejor pose de cuerpo"
Karla: "¡Por piedad, no me hagas nada!, !todo menos eso!"
Yo: "Te voy a violar por todos tus lados puta, y da gracias que no te hago unos nuevos" le dije esto, mientras pasaba le pellicaba sus tetas e introducir mis dedos en su chocha. "Te llego tu momento, gracias me deberías de dar puta. Te voy a convertir en una experta en el arte de dar placer, así cuando te coja otro cabrón ya vas a saber!"

Me ...

... acerqué a sus piernas y traté de abrirlas, pero ella se resistía. Le di un puñetazo en el estomago y le dije:
Yo: "¡Abre las piernas puta!. Escucha, si no quieres que te mate a ti y a la puta de tu hija, vas a cooperar, me voy a excitar más si te sigo golpeando, así que por tu bien, suponiendo que quieras salir de aquí, harás todo lo que te diga, ¿OK?"

Ya sin fuerzas por el golpe, me fue fácil abrir las piernas, las lágrimas corrían de singular manera por sus mejillas, se veía hermosa. Coloqué mi bicho más erecto que nunca a la entrada de su chocha y le dije:
Yo: "Así esta mucho mejor, puta, ahora... ¡Disfrútalo!!!!"

Me acomodé colocándome cada pierna sobre los hombros, estaba listo. Le empecé a besar y a morder sus largas piernas y de pronto y de un solo golpe le metí mi bicho hasta el fondo. Ella solo gritó. Yo por mi parte, sentí como si hubiera roto algo. Era su himen. La muy puta era aun virgen.
Yo: "Ya no eres virgen, pero me estas haciendo un milagro, ja, ja, ja, ja, ja..."

Empecé a bombearla con todas mis fuerzas, lo más duro que podía, ella solo gritaba y lloraba.
Yo: "Llora todo lo que quieras, Karlita, al fin que nadie te va a oír, disfrútalo tu también", repuse mientras le daba cada vez mas fuerte. 

Estuve como 5 minutos sin sacarlo de su chocha, hasta que por fin lo saqué. Estaba sangrando, de la prueba mas pura de su virginidad, así que decidi entonces meter mis dedos a su chocha para sacar un poco más y tenerla en mis manos. Se la unte por todo ...