-
Mi dueña Karla
Fecha: 23/09/2025, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... el cuerpo. Tomé mis jeans y, haciéndolos bola, se los puse por debajo del culo, para poder cojermela más rico. Con las piernas a la altura de la cama, y agarrandola de las manos, se la introduje nuevamente, esta vez entro mas hondo, así que yo estaba gozando como nunca. Todo estaba ya listo para el mete-saca, así que eso fue lo que hice, dentro-fuera, dentro-fuera, dentro-fuera, se lo metía con una bestialidad que no puedo describir. Ella por su parte, estaba como ida, ya no gritaba, ya no se resistía. Yo: "Ya vez que bien te gusta, puta..." Pero no dijo nada. Yo revisé si aun respiraba y como así fue, comenzó el mete-saca nuevamente. Ella solo daba unos pequeños "¡Ahhhhh!" mientras, yo la penetraba más rápido y duro que antes. La agarré de las caderas, mientras le mordía las tetas un poco. Amoldé su chocha a la forma de mi bicho, estuve dentro de ella todo el tiempo que quise a pesar de que sus labios comprimían mi bicho. Sabia que no tardaría mucho en venirme dentro de su chocha, así que se lo comuniqué para que reaccionara. Yo: "Ahí viene lo mejor, Karlita. Vas a tener el privilegio de que te llene con mi leche" Karla: "Te lo suplico, no por favor, ¡no!, ¡te lo pido por lo que mas quieras!" Yo: "Si lo que mas quiero en este momento es seguirte dando. ¡Disfruta de mi leche, puta!" Empezó a retorcerse, pero nada difícil de manejar. Cuando sentí que ya me venía se lo clavé lo mas duro que pude. Estaba eyaculando dentro de su chocha. Karla: "¡Ah!, ¡ah, ah!" Yo: ...
... "Que rica estas, Karla, ¡eres toda una puta!" Después de esto, descanse un rato, para recuperar fuerzas. Karla: "¡Ya no!, me duele mucho..." Yo: "Esto es solo el principio, así que acostúmbrate puta" Apunté mi bicho hacia su chocha y se lo clavé de nuevo. Otra vez la estaba cogiendo como yo quería. Esta vez no duré mucho dentro, así que cuando me venía otra vez se lo saqué. Ella suspiro un tanto aliviada, no sabía que me dirigía hacia su cara. Yo: "¡Ya es hora de que aprendas a hacer algo más que pintar esos labios. En tu casa seguro que no desperdician la leche, así que aquí tampoco lo vas a hacer" Le abrí la boca y se la metí creo yo, hasta la garganta, porque trato de ahogarse como dos veces. La tomé por los cabellos, por esos cabellos dorados que tiene, y le detuve la cabeza en una posición, mientras yo la penetraba por la boca. Yo: "Ahí te va mi leche Karla, ¡Como no tela tragues puta te va a ir muy mal!" Me vine en su boca, complacido. La obligué a que se la tragara; hacía gestos de asco, pero cuando saqué mi bicho, yo mismo le abrí la boca para verificar que se la había tragado. Con las fuerzas que me quedaron, me comencé a masturbar delante de ella. Se me resbalaba el bicho entre las manos, pues aún tenía su saliva. Esta vez me vine en su cara, a la altura de la nariz, le pasé mi bicho por toda la cara. De nueva la amordacé y me acosté en la cama. La estaba abrasando. Yo: "Duerme un poco Karlita, debes de estar cansada. Piensa que estas salvando a ...