1. Mi dueña Karla


    Fecha: 23/09/2025, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... tu hija, quien esta a salvo en tu casa, al menos hasta el momento. No hagas nada raro, ni entupido si quieres que tu hija se convierta en puta"
    
    A eso de las 4:00 am. Me desperté no se porqué. Pasaron esos 3 segundos después del sueño en los que no sabes porque ni en donde estas, hasta que regresas a la realidad. Me volteé para verla y me sorprendí. Estaba profundamente dormida. El caso es que se me puso dura la salchicha, así que la fotografié y recorrí con ella todo su cuerpo, parecía un ángel, y yo siendo un demonio.
    
    Terminé de masturbarme, me monté encima de su estomago plano. Puse mi bicho entre sus tetas, los empecé a apretar y empecé a mover mi bicho como si la estuviera penetrando. Me sentí espectacular, su suave piel me masajeaba mi bicho mientras la violaba. Me vine en la prisión de sus tetas y mi leche fue a dar hasta su barbilla. Comencé a amamantarles sus tetas como un lobo devorando su presa, buscando beber la leche de sus tetas. Bebo su néctar materno que emanaba de sus tetas, eran deliciosas, sabían a leche pura. Despues de toodo estaba fríamente calculado, cerraría la noche con broche de oro, romper su culo.
    Yo: "Esta va a ser la última prueba que vas a pasar esta noche. Si lo haces bien y no se te ocurre nada estupido serás libre otra vez, si haces tonterías, terminarás peor y a la perrita que tienes por hija"
    
    Le desaté una a una las manos, para atárselas nuevamente, solo querría que se diera vuelta para metérsela por el culo. Ahí estaba, por ...
    ... fin, el culo que tantas noches había deseado tener, tocar, sentir. Había recuperado mis pantalones, que estaban debajo de ella, y con ellos mi cinturón. Le quité la mordaza que tenía en la boca y la obligué a que se pusiera en posición de perrito.
    Karla: "Por ahí no, te lo suplico, te lo imploro, te lo ruego, te lo pido por tu madre"
    Yo: "A estas alturas del partido, mi madre quiere que tenga un hijo o una hija tuya..."
    
    La até de los tobillos
    Yo: "Si intentas patearme o algo, te juro que te va a ir muy mal, todo lo que te hecho hasta ahora no es nada comparado con los horrores que te esperan..."
    
    Le empecé a acariciar el culo, le di unas pequeñas nalgadas, pero de pronto comencé a darle de cinturonzazos, cada vez mas duro, ella gritaba y lloraba con todas sus fuerzas, mientras yo me excitaba cada vez más con ello. Seguí golpeándola hasta que se le puso el culo primero rosa y después rojo, casi a punto de sangrar.
    Yo: "Ahora si ya estas lista para recibirme Karla"
    
    Tenía el bicho súper listo, muy grande y gordo para la ocasión. Le lancé unos escupitajos a la entrada de su culo. Luego coloque mi bicho y sin avisar se lo clavé todo de un solo golpe. Subió la intensidad de sus gritos, realmente le dolía y estaba sufriendo con aquello entre las piernas, a mí no me importaba, solo quería cogerla como a mi me diera la gana. Parecía un león cogiéndose a una cierva o algo así, yo era un monstruo rompiéndole el culo a una criatura indefensa, un amo a su esclava. 
    
    Yo estaba ...
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