LA PATINADORA
Fecha: 28/09/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Estoy sentado en uno de esos sillones plásticos de jardín, para estar al aire libre y no sufrir por las inclemencias del tiempo. En la pista del parque, frente a la pensión donde me alojo, están chicas y chicos patinando. En realidad, para mí solamente estaban las chicas, bastante “chicas”, por cierto, que embelesaban mis ojos con sus cortitas polleritas que, al girar, dejaban al descubierto gratificantes colitas en leves y suaves bombachitas…
Inteligentemente, el intendente o alcalde del pueblo había hecho construir esa prolija zona de patinaje; es algo que a muy pocos se les ocurre, pero resulta un juego, distracción y ejercicio muy eficaz para los niños y jóvenes, y allí lo usan todos…
Entre estas gráciles criaturas, hay un par de ellas., mejor dicho…, tres, que, sin el menor problema, me encandilan con dulces y perfectos duraznitos, que se exhiben airosos, gracias a las breves tanguitas con que las mamás las han adornado, con el infalible propósito, por lo menos para mí, que la belleza y el sex-appeal de sus nenas atraigan hacia ellas – madres incluidas -, buenas chotas…, ¡la mía en primer lugar! ¡Por supuesto!
Dije que eran tres las nenas que lucían sus duraznitos casi al aire, gracias a la tanguita, y una de ellas es la encantadora vecinita que su mamá siempre que puede, o tiene algún pretexto, me pone en la tarea de “cuidarla y protegerla”, cosa que hago encantado, aunque nunca pasé del toqueteo…, aunque la nena… espera algo más; por lo menos me lo dice con sus ...
... miradas y sus sonrisas. Como siempre en estos casos, las mamás utilizan a sus nenas para “enganchar” a algún calentón como yo, y tenerlos a mano para ocurrencias más productivas… Yo suelo “estar a mano” frecuentemente, dado que mucho de mi trabajo lo hago en la notebook, en la habitación de la pensión, que es más tranquila y silenciosa que las oficinas de la coop.
Gladys, la vecinita, la más agraciada y hermosa de las criaturas de su edad – cuarto grado -, luego de dar varias vueltas y lucir frente a mí sus adorables piernas y glúteos, girando con una sonrisa y sin sacarme la vista de encima, viene a “descansar” entre mis brazos, preguntándome si me gusta lo que veo que hace, mientras, de espaldas, apoya su culito justo a la altura de mi entrepierna, altura ideal gracias a los patines. Me llama la atención el tamaño de las tetitas, bastante más desarrolladas que lo común a esa edad, con agresivos pezones, visualmente expuestos a través de la blusa. Me excitan sus tetitas…, además de lo voluptuoso que es su culito, como pidiendo acción y más acción, tal como su mirada y sonrisa lo certifican. Mi pija responde inmediatamente a la pretensión…, y el bulto está a la vista de la nena.
-¿Viste Dani las cosas que puedo hacer? Cada vez me salen mejor… - Me dice Gladys, girando la cabeza, con su dulce, roja y húmeda boquita a la altura de la mía, bajando la vista hacia mi entrepierna. ¡Un infierno me cuesta mantenerme sobrio y no besarla! ¡Es pequeña, pero con tanto swing!
-Si ...