1. LA PATINADORA


    Fecha: 28/09/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... absolutamente genial. Puedo perderme la vida adorándolo. ¡Ya llegará el momento de horadarlo! Su conchita es deliciosa, exquisito sabor y aroma. Sus juguitos son embriagantes. Acaricié su clítoris con la lengua y apreté el granito con los labios. La nena se estremeció.
    -¡Ay Dani, qué rico! – Me ahoga apretando sus piernitas alrededor de mi cuello.
    -Despacito mi amor. No grités que nos pueden oír… - Levanté la cabeza para otear el panorama. Nadie a la vista.
    Mis manos recorren su cuerpo, desde el monte de venus hacia los duros pezoncitos. Fui a su cuello con mis caricias, sin dejar de chupar y lamer esa maravillosa conchita. Acaricié su tibia mejilla. Gladys sonrió con un cálido rubor. 
    -¡Me hacés cosquillitas! ¡Me hago pis de nuevo!
    -¡Si! ¡Hacé, hacé tranquila! ¡Yo te chupo toda! – Subía y bajaba la lengua, acariciando sus labios desde el clítoris al perineo. Apoyé mi boca sobre la vulva, absorbiendo lo que tenía a mano. El orín, como siempre, cálido y saladito. Mis manos la recorrían desde el cuello hasta el opíparo duraznito que engalanaba el fin de la espalda. Mis dedos ingresaron en la zanja que separa los glúteos. Busqué el hoyito y acaricié con suavidad. Luego apreté. ¡Uno de mis objetivos! Ella lo imaginaba, pues me apretó los dedos con los cálidos y turgentes cachetes. Gladys respira hondo y deja escapar un débil gemido.
    -¡Ay Dani! ¡Qué rico es sentirte! ¡Con razón a mamita le gusta tanto!
    -¡Mi amor! ¡Vos sos todo placer! ¡Te haré todo lo que te gusta! ...
    ... ¡Siempre! ¡Nunca olvidarás lo que tendrás adentro! – Mi dedo mayor pujaba despacito para abrir el hoyito. - ¡Qué hermoso culito que tenés, amorcito! ¡Me gustás tanto!
    -¡Vos también me gustás! ¡Pero no puedo hacerte nada! – Gladys está anhelante para retribuir mis caricias. - ¡Y quiero que me la metás!   
    La abrazo con ardor. Paso el brazo derecho sobre su pecho, apretando los pezoncitos, y el izquierdo está entre sus piernas, sintiendo el temblor y la humedad de su conchita en mi antebrazo. Le beso el cuello, los lóbulos, el cabello, todo a mi alcance. Aprieto el hoyito con el dedo mayor. Meto la primera falange. Gladys suspira…, se estremece de placer, chorrea fluidos en sus muslos…
    -¡Ay Dani! ¡No puedo dejar de hacerme pis! – Ella está avergonzada.
    -¡No importa mi amor! ¡No es pis! Es el juguito que larga tu conchita porque está disfrutando de las caricias que le hago. No te preocupés ni tengás vergüenza. ¡Es lo más lindo que hay! Los juguitos de tu conchita… ¡me los tomo todos!
    Su respiración es anhelante, entrecortada, y sus gemidos se mezclan con los míos. Entre besos y caricias, recibidos y retribuidos por la criatura, ella me habló al oído…
    -¿Te gusto Dani? ¿Me la vas a meter como a mamita?”
    -Gladys, mi amor…, claro que me gustás… ¡muchísimo! ¡Y te la voy a meter como a mamita! Pero…, eso hay que prepararlo con tiempo y delicadeza, para que no te duela y disfrutés desde el primer momento…
    -¡Sé qué sí! ¡Por eso te quiero adentro! Mamita siempre te pide más: “¡más, más, ...
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