1. LA PATINADORA


    Fecha: 28/09/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... tarde a bailar…, con final feliz… 
    La nena se queda junto a su tía, la hermana de Gloria. No la conozco, pero, si es la mitad de la mamá de Gladys… ¡merece ser conocida! 
    Pero lo importante…, muy importante, es poseer lo más pronto posible, la hermosísima conchita de Gladys…, también el culito, y darle el gusto a la nena… ¡Tanto como a mí!
    Luego de toda la farra y los cuatro polvos con Gloria, a eso de las siete de la mañana regresamos a casa de Amelia, donde habíamos dejado a Gladys. La recogimos, todavía dormida, y la llevamos a su casa. 
    En el ínterin debo destacar que Amelia me invitó, muy “cariñosamente” a “cenar”, cualquier “día de estos”. La promesa de que así será…, no fue en vano…
    ¡Pero sigue pendiente la conchita de Gladys!
    Si Gloria está en su casa no puede ser; si esta Amelia, la hermana, tampoco. En la pensión ni hablar; demasiado pequeña para llevarla. Alguien se puede escandalizar. No la puedo llevar a coger a la ciudad por que el problema de ubicación es el mismo. Únicamente en el auto. Pero quiero hacerlo en una cama… ¡la nena se lo merece!
    Al fin me decidí. Sea lo que sea, probaré, y si no… ¡al auto!
    Hablé con Paola, la patrona de la pensión. Ella es una apetitosa regordeta de unos 45 años, con tetas y culo suficientemente tentadores…, para jugarse el futuro.
    Si ese pueblo es como tantos otros de la pampa gringa, el proceder es similar: hay que empezar con la patrona…, para que les abra la puerta a complacientes mujercitas, conocidas o amigas, de ...
    ... ella o su hija – dado que allí todos se conocen -, que no tienen problemas en compartir…, lo que sea…, con tal que esté de paso… Con los del pueblo no se puede: en un minuto todos se enteran de quienes cogieron con alguien que no es tu pareja estable.
    Así que fui a ella…
    Miradas, sonrisas, zalameras palabras como al pasar, roces al ir a desayunar, aceptar compartir el almuerzo familiar – dado que en general se almuerza afuera -, y estar dispuesto a manoseos previos un par de días, antes de concretar en la cama.
    -Paola…, lo sabés muy bien ¿no? – Le hablé al oído, relojeando las opíparas tetas que lucía mediante generoso escote…
    Alzó la vista y me sonrió…
    -¿Qué es lo que tengo que saber? – Su mirada y sus labios demostraban muy bien que sabía perfectamente…
    -¡Qué me gustás un montón! – Como siempre, en los pueblos de paso no hay tiempo para el “ablande”. – Desde el primer momento que te vi…, quiero estar con vos… en la cama…
    -¡Jeje! ¡Qué atrevido! ¿Y mi marido? - ¡Bingo! ¡Ese es el problema! Perfectamente superable; su marido está durante la semana en la chacra. Rara vez viene entre semana…
    -Pues…, cuando sepás que día viene…, tenemos el resto para nosotros…
    -¿Te olvidás que tengo una hija? – Cada vez mejor… ¡los “problemas” son circunstanciales!
    -Durante la semana está en la ciudad… - La nena está en el secundario.
    -¡Jeje! No hay pretexto con vos… - Su sonrisa acepta todo…
    -Decime cuando, como sea…, ¡estoy listo! – Solo hablo al oído, sin tocarla. No sea que alguien ...
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