- 
        INCESTO HISTORICO
 Fecha: 16/10/2025, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: marino, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
 ... angosta, pero si muy sensual, unas piernas musculosas, firmes, doradas, bien contorneadas como de ciclistas o profesoras de gym. Un poquitín caderona, pero con un culo impresionante, cuyas nalgas eran grandes, apetecibles y bien duritas. Y unas lolas que se caían para adelante. Verla venir o irse era altamente estimulante y su elegancia y belleza de cara bien picarona hacía temblar el pulso de cualquier hombre. Si eran mejor las tetas o el culo…. Que se yo. Era el sueño de todo tipo. Linda de cara, simpática, picante y un lomo desbordante con un orto de película y unas tetas….impresionantes. Digamos que sus medidas serían algo asi como 120-70- 100 y hasta el dia de hoy con un poco de arrugas anda casi igual. La primera noche que quise dedicarle una paja no puede terminar. Imaginaba situaciones, pensaba en sus gomas, en su culo….en que venía a la cama y me hacía un pete, en que iba a penetrarla…. Pero me dio cosa y cambié en la imaginación por la madre de un amigo que también estaba buena. Empecé entonces a imaginar que tenia sexo incestuoso con madres fingidas que por lo general eran las madres de mis amigos, vecinas, amigas de mamá o figuras de la televisión que me gustaban y me doblaban en edad. Se hizo eso una constante en mis modos de masturbarme desde los 15 a los 17. Pero no me animaba a soñar sexo con Adriana. La cosa cambio a los 18, cuando ya grande, tuve un acontecimiento insólito. Con una amiga de la secundaria con la que tuve un pequeño romance de fin de ... ... curso, fuimos a un hotel alojamiento a sacarnos las ganas. Ya había tenido sexo con ella una vez hacía poco, pero en el coche del padre de ella. En esta segunda oportunidad la convencí de repetir la sesión de sexo, pero en un lugar más cómodo. Me costó bastante, pero logré convencerla de ir a un hotel en el barrio de Floresta. Somos de Buenos Aires, Argentina. Esa noche, cuando estaba entrando al telo, en el hall de entrada estaba también vestida y pintada como una puta mi querida madre Adriana. Se había ido a coger al mismo hotel con un compañero del sindicato. La sensación fue rara. Nos vimos. Nos reíamos más de nervios que de gracia y me calmó un poco al guiñarme el ojo. En fin…. Todo quedó ahí. Esa noche me cogí de manera desaforada a mi amiga, pero en realidad estaba muy caliente porque no podía dejar de pensar un segundo en mi madre. Tremenda yegua que seguramente estaba haciendo las mismas chanchadas que yo hice con mi amiga en la habitación de al lado. Si, al lado. Y ella habrá escuchado lo que yo hacía como yo escuché todos sus gemidos provenientes del cuarto contiguo porque las paredes eran delgadas y se oía todo. Al otro día hablamos en casa. Quedó tomo más que bien. Éramos grandes los dos y no me costó entender que ella tenía el mismo derecho que yo a ir a tener un poco de sexo en un hotel con un amigo. Desde entonces nos hicimos compinches. Jamás se metió en mis relaciones ni yo en las de ella. Tuvo un par de compañeros de militancia que fueron sus amigovios ...