INCESTO HISTORICO - Relatos Eróticos

INCESTO HISTORICO

... y amantes y sé que eso la hacía feliz. 
Un día de buenas a primeras y en el tren de confianza que nos fuimos dando a medida que pasaban los años, me confesó que ella antes de tenerme había sido escort profesional. Que abandonó la profesión cuando quedó embarazada de mi, que decidió tenerme y todo eso. Mi padre fue un cliente que obviamente se borró del mapa. Nunca tuve trato con él. Me crió siempre ella y no tenga ninguna queja como hijo. Pero desde que me contó que era escort y que le gustaba el sexo porque le había quedado de aquella época la actitud de seducir y tener sexo con los varones (aunque también me reconoció que lo hizo con mujeres), mi antigua fantasía adolescente se potenció demás con mis 20 años de entonces y mis primeras experiencias sexuales. La curiosidad pasó a ser obsesión y entonces sí, sin tanta vuelta, empecé a dedicarle pajas en su honor….
Pasaron los años. Me enganché a la que fue mi novia por mucho tiempo y la fantasía edípica se cortó. Pero las vueltas de la vida quisieron que otra vez Edipo se desertara cual Cupido ante Jokasta. Porque ella también tuvo mucho que ver en este resurgir de mi fantasía incestuosa. 
Hará cosa de un año, al regresar de un viaje largo a Centroamérica, me tomé un mes de descanso. Mi madre me prepuso viajar unos días tres días a Mar del Plata (comenzaba la temporada de diciembre) para no estar encerrados en el departamento de Buenos Aires. Fuimos y la primera tarde empezó a pedirme que le ponga bronceador, mientras ...

... mostraba todavía el buen lomo que le quedaba luciendo una linda bikini. A la noche salimos a comer y tomamos unos tragos. Empezamos a contar historias de sexo de nuestras vidas y a reírnos de ello. Hasta ahí, la seducción parecía un juego adolescente, pero con los días fue subiendo la apuesta. Al otro día me preguntó por la mañana, al ir a la playa, si me parecía todavía atractiva pese a su edad. La respuesta fue un sí, mami. Claro. Sos muy linda mujer. Tenés tu atractivo, las mujeres de tu edad no están como vos. (Debo recordar que ella hace bastantes ejercicios físicos). La cosa quedó ahí. 
A la noche me llevó a un boliche de levante donde pasaban música y además de tomar unos tragos se bailaba un poco de salsa, cumbia y algún tema lento, como en los viejos tiempos. Bailamos un poco de pachanga, pero cuando vino el lento, mi vieja me sacó a bailar y como si fuera una mina seduciendo a un tipo me hizo calentar mucho al franelearme las tetas de frente sobre mi pecho y dada vuelta, me apoyó el culo en el bulto. 
Fue un toque sutil ambas veces, pero me la dejó picando…. Imaginarán que me dejó con la leche en el ojo y a la noche, cuando nos fuimos a dormir en el hotel, yo, desde la habitación contigua le dediqué una bruta paja. Al otro día regresamos a la capital. 
Desde entonces me quedó la idea fija de que a ella le pasaba algo parecido a mi, pero no sabía cómo encarar la cosa. Pasaron los meses y siempre hubo insinuaciones y conversaciones medias zarpadas. En más de una ...