La reina Verónica y su lucha en desventaja - Relatos Eróticos

La reina Verónica y su lucha en desventaja

... polla. La espalda de Verónica searqueó mientras la presión contra su sello de inocencia peligraba.

Presintiendo el dolor de su víctima, y corriendo a concentrar el sadismo que por sus venas latía, el enmascarado hizo acopio de todas sus fuerzas para pegar un empujón letal contra el sexo de Verónica. De esta forma, el grueso y largo tronco del enmascarado se hundió de un fuerte impulso dentro de la inmaculada chocha de Verónica, y a su paso destrozó el preciado himen de la adolescente.

-¡Aaaaaahhhhhh! ¡No, por Dios, Nooooo!- gritó en solitario Verónica al sentir una gran punzada de dolor entre sus piernas, al sentir el bestial pedazo de bicho clavado bien dentro de su coñito. El enmascarado esbozaba una gran sonrisa, dejando entrever sus dientes salvajes y amarillentos ante el patente destrozo que causaba en Verónica. Sentía como su equino bicho estaba bien enterrado en la joven mujer llena de vitalidad, como la juventud e inexperiencia de su sexo era roto por un buen bicho de dimensiones enormes, y como las tersas paredes musculares de su vagina se abrazaban a él con una fuerza desmesurada, qué bien estrecha estaba esa preciosa niña…

El enmascarado, sonriendo como nunca por haber logrado su mejor triunfo, incrustó aún más su miembro en el interior de la candente hembra mientras con su manaza agarró a Verónica por la barbilla. Aterrada, no podía siquiera seguir gimiendo de dolor, esos gruesos y firmes dedos estaban casi a punto de reventarle su delicada mandíbula. ...

... Acercándose a la carita llorosa de la chica, le dijo mirándolas fijamente a sus nacarados ojos:
-Es tan delicioso haberte abierto así tu chocha, Verónica, mi reina. Te he jodido bien, estoy disfrutando de tu cara, y aún más cuando haga esto...-

Verónica casi se desmaya cuando sintió un empujón brutal por parte de su violador y le metió el miembro hasta lo más profundo, hasta tropezar contra el inicio de su útero y presionar con tanta fuerza que pareciera que podía fracturarla… Él se deleitaba cuando la chica imploraba que no la hiciera más daño, que se detuviera. Las lágrimas en sus ojos hablaban por ella sola, la angustia dominaba su mente.
-Solo relájate, vamos a puñetearte viva durante horas. Puedes disfrutarlo o sufrirlo.- 
-Tendrás tiempo para ambas cosas incluso.-

Tenía que soportar la joven como el violador babeaba sin contenerse, y como chorretones de saliva caían de su boca e impactaban contra la delicada piel del cuello de ella. Aprovechaba para morderle el cuello y dejarlo marcado con sus dientes mientras ella chillaba como loca por poder quitárselo de encima, y justo en el momento que más daño le hacía la dentellada más a lo hondo la penetraba, degustando el doble dolor de la adolescente. Sus tetas también eran víctimas de esas manos enormes que jugaban, estiraban y arrugaban su carne, retorcían, lamían y chupaban los pezones a ritmo de las clavadas de verga.

Verónica había cerrado los ojos para no ver la imagen de ese asqueroso profanador de su virgo. ...