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        PASEANDO POR RAJITAS
 Fecha: 23/10/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
 ... media hora que estaba al palo, por lo que la penetración fue casi inmediata, luego de ensalivarla copiosamente, con buenas escupidas, tal como había leído en algún relato porno. Martita la tenía abundantemente humedecida. Mi saliva mejoró la situación y la penetración resultó bastante rápidamente efectiva. Por entonces yo no tenía la menor idea de que cosa era el himen. Sin duda, en los relatos porno que había leído no abundaban las vírgenes. Aunque en principio ella había recogido sus piernas, en cuanto estuve dentro me abrazó por la cintura, resultando la mejor cogida que yo había disfrutado hasta el momento. Por supuesto, en esa situación no nos permitimos gemidos ni suspiro. ¡Un polvo en silencio es una joda! A pesar del silencio, no dejé de bombear frenéticamente, enterrándosela hasta donde fue posible, dado que por su edad mantenía el útero a pocos cts. del ingreso a la vulva. Habremos estado algo más de 15 minutos, con besos y caricias mutuas. Incluso llegué a chuparle los pezoncitos, chiquitos pero duritos. Con una de mis manos la pude sostener del culito, disfrutando de esas carnecitas tan suaves y tersas… Cuando acabé, luego de un par de palpitantes orgasmos de su parte, la limpié con su propia bombachita y…, bueno…, no pude resistir la tentación. Lo había visto recientemente en algunas fotos. Me arrastré hacia sus piernas y le chupé la conchita, inundada de semen y flujo. Algo riquísimo…, que compartí con inexpertos besos de lengua. ¡A ella le gustó! ... ... Martita se tapaba la boca para no gemir. Al fin nos limpiamos y acomodamos la ropa, tratando de evitar todo resto de césped que podría haber quedado. Ambos estábamos muy felices. Nos abrazamos y besamos antes de salir discretamente del erótico rincón, no sin antes observar que no hubiera nadie en las cercanías. Nos fuimos cada uno para su casa, deseando y esperando que se repitiese el “encuentro”. Un par de días después, volvimos a tener la oportunidad. Lo primero que Martita me dijo fue que no se había puesto bombacha, “para que sea más fácil”. Le recomendé que la fuera a buscar. Que no se la ponga, pero que la traiga que sirve “para limpiar”. Martita retornó eufórica: “¡no está mamá!”. Esto fue pura casualidad. No sabíamos que no estaba la madre cuando volvimos. Le había dejado una nota: “voy a lo de tía y vuelvo”. ¡Bingo! “¡Tarda como una hora en ida y vuelta!” -¡Vamos Dani! ¡Vamos a la cama de mamá! -¿Estás loca? ¿Y si se aviva? -No hay problema, la arreglo… Además, no creo que se dé cuenta… ¡Jajaja! Hoy vuelve papá…, así que ni se fijará en el estado de la cama… ¡Al fin podríamos estar desnudos! ¡Podría besarla y chuparla toda! En dos segundos estábamos desnudos sobre la cama matrimonial. La besé y lamí todo el cuerpo, de frente y espalda, especialmente la conchita, el culito y los pezones. Ella se revolvía de placer. ¡Es mi oportunidad! Apoyándome en las rodillas, me monté sobre su pecho y acerqué la pija a su boca. -¡Dale! ¡Chupala! ¡Cómo yo lo hice con ...