1. Así terminó todo


    Fecha: 26/10/2025, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: SaulOsorioT, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hola a todos, recibí sus mensajes tanto por mi correo como por acá, y agradezco los consejos, advertencias, sugerencias, así que desde ahora usaré nombres ficticios a excepción de los que ya conocen. Como muchos querían saber lo que pasó después de ese viaje a México, aquí les cuento.
    Al regresar a casa no supe bien cómo reaccionar. En otras ocasiones había preferido callar, hacerme el tonto, pero esta vez sentía que algo ya se había roto. Los días que quedaban de vacaciones los pasamos con los niños, intentando aparentar normalidad. Luego, con el regreso a la rutina de la escuela y el trabajo, recuperé algo de calma, aunque la herida seguía presente.
    La amaba. Pero cada día me convencía más de que ese amor no era recíproco. Pamela, en cambio, parecía indiferente.
    Íbamos en piloto automático, cumpliendo con reuniones familiares y compromisos sociales como si nada hubiera pasado: su santo en agosto, donde le hicimos una pequeña reunión con sus padres y amistades, el mío, y luego el cumpleaños número siete de Claudia. Todo transcurría como si el matrimonio siguiera en pie por inercia, sin chispa, sin mirada, sin alma.
    En cuanto a Julio, trabajábamos en distintas áreas, así que apenas coincidíamos. Y tal vez fue mejor así. 
    Todo esto se los cuento para darles un poco de contexto (como a algunos les conté ya mediante correo) de cómo fue que terminé separándome de Pamela.
    Sucedió en abril del 94.
    Lo tengo grabado con exactitud porque ocurrió pocas semanas después del quinto ...
    ... cumpleaños de Rodrigo.
    En esa ocasión le hicimos una pequeña matiné en casa. Invitamos solo a sus amiguitos del kínder ya que apenas tenía poco más de un mes en su escuela nueva, —acababa de empezar primaria—, Pamela se encargó de todo ya que era ella quien asistía a las reuniones. Organizó la decoración, los bocaditos, la torta. Por mi parte, apenas tuve tiempo para encargarme de algo: en el trabajo estábamos con obra en Chosica y no podía ausentarme tanto.
    Solo a un padre de familia reconocí de su nueva escuela. No porque yo fuera mucho al colegio, sino porque lo había visto ya en casa unos días antes, ayudando a Pamela a decorar para la fiesta, junto a otra mamá del kínder.
    Hago una mención importante aquí. 
    Y es que ese verano habíamos asistido a una boda de una amiga de Pamela, donde ella fue dama de honor. No tengo la certeza de que Pamela se acostó con alguien, pero hubo miradas, ausencias y gestos. No tengo pruebas, pero sí la intuición —esa punzada fría en el estómago— de que algo pasó. Desde entonces, empecé a observar mucho a Pamela nuevamente, más atento, más desconfiado.
    Víctor.
    Así se llamaba el padre del nuevo colegio de Rodrigo que reconocí en la fiesta.
    Era colombiano. Vivía solo con su hijo Braulio, y según me contó Pamela, se había separado tiempo atrás. En Lima, por aquel entonces, ver un colombiano era casi una rareza. Su acento llamaba la atención, y su físico también: alto, de esos tipos que llenan el espacio sin proponérselo.
    Durante la fiesta ...
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