1. Así terminó todo


    Fecha: 26/10/2025, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: SaulOsorioT, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... noté cómo varias mamás lo miraban. No se esforzaba en agradar; simplemente era distinto.
    No tuve mucha oportunidad de conocerlo hasta ese momento, no sé si me sorprendía lo servicial que se mostraba o que trabajase siendo electricista, y no lo digo como algo malo, pero en el colegio donde estudiaba Rodrigo me sorprendió que siendo soltero y electricista pudiera pagarlo. Lo primero que muchos pensamos y acorde a lo que se vivía en ese tiempo.
    ‘Debe ser narco’. 
    Yo: Qué desastre... —le dije a Pamela mientras veíamos los restos del cumpleaños, serpentinas por el suelo, vasos, migas de torta, globos reventados—.
    Pamela: Ay sí, gordo —suspiró, cansada—. Mañana limpio todo... Aprovechando que Víctor se ofreció a ayudar.
    Yo: No debe tener mucho que hacer, ¿no?
    Pamela: ¬—sonriendo— Me dijo que tiene libre mañana, quiere apoyar.
    Yo: Noté que era servicial, sí… aunque no sé, me sorprende tanto entusiasmo.
    Pamela: —encogiéndose de hombros— Tal vez solo es amable. También es por ser nuevo acá.
    Yo: ¿Y eso qué tiene que ver?
    Pamela: Que seguro lo hace para querer caer bien... mientras sea así, aprovechemos, ¿no?
    Yo: ...Tal vez —le respondí, intentando sonar casual—.
    El día siguiente, sábado, tuve que supervisar la obra en Chosica (para quienes no son de Lima, queda a más de cincuenta kilómetros de Jesús María, donde vivíamos) y no regresé sino hasta las ocho de la noche.
    Al entrar a casa, lo primero que vi fue la olla hirviendo en la cocina; desde la puerta se notaba el ...
    ... vapor, el olor a ajo sofrito. Hacia la izquierda, en la sala, estaban los niños con el pequeño Braulio viendo televisión. No vi a Pamela ni a Víctor, aunque deduje que él seguía allí.
    Lo primero que hice fue subir a los dormitorios sin hacer mucho ruido. No se oía nada, ni una voz, ni un paso. Entré a mi dormitorio y solo hallé ropa de Pamela desordenada sobre la cama. Me quedé unos segundos mirando el desorden, tratando de encontrar algo fuera de lugar.
    Nada.
    Bajé de nuevo, y entonces los vi en la cocina.
    Pamela: ¡Gordo! —dijo mientras echaba los fideos a la olla—. ¿A qué hora llegaste?
    Yo: Hola, amor —contesté, mirando hacia Víctor, que estaba sentado en una de las sillas—. … Hola, ¿qué tal?
    Víctor: Hola, Saúl. ¿Cómo estás, hermano?
    Yo: Recién llegué —respondí, bajando del todo—. No los vi antes, pensé que podían estar arriba.
    Pamela: ¡No! ¿Cómo se te ocurre? —soltó una risa nerviosa, medio avergonzada—.
    Víctor: No, no, ¿cómo así? —rio también, mirándola—.
    Yo: No, nada, solo… eh —balbuceé— como no los veía. —Me sentí tonto. Ellos lo tomaban a broma, pero a mí no me dio gracia—.
    Pamela: Jajaja, estábamos atrás, en el jardín. Te dije ayer que venía Víctor a ayudar.
    Me pareció extraño. El jardín no se había usado durante la fiesta del día anterior, así que no entendía qué había que limpiar allí.
    Cenamos con ellos, conversando de cosas triviales. Alrededor de una hora después se fueron.
    Yo: No pensé que les tomaría todo el día ordenar.
    Pamela: Víctor nos invitó el ...
«1234...»