Por la grandísima culpa de mi culo, debuté - Relatos Eróticos

Por la grandísima culpa de mi culo, debuté

... jóvenes tenían prioridad en la evacuación y órdenes de salida. Por lo que al final acabé encerrado en un sótano de un hotel con cuatro o cinco hombres, cargado de víveres por el gobierno. Ya que gasearon la zona y se ordenó el confinamiento en los sitios más cercanos sin salida hasta nuevo aviso de que pasó el peligro de gas venenoso en el aire.

El primer día rodeado de hombres fue bastante descorazonador, todos preocupados y pensando en sus familias. Los otros cuatro eran de edades comprendidas entre los 35 y 49, pero uno de ellos tenía 23. 
Eran dos cuarentones bajitos, uno rubio y otro completamente canoso, recios de cuerpo, rudos y uno con barba y el otro sin. El rubio con un corte de pelo muy de quinqui; los treintañeros eran altos, uno parecía un leñador con barba también, el otro siempre afeitado pero que había bastante deporte, con unos bíceps muy gruesos. Por último el veinteañero yogurín, flaco y desgarbado pero con buenos brazos.
El segundo día, luego de una duchita fue que me empezaron a mirar de modo intimidatorio al verme salir del baño con una toalla secándome. Como dormíamos todos en el mismo lugar comenzaron a hacer chascarrillos sobre mi culo.
El tercer día nos levantamos de mejor humor. Había buenas noticias, saldríamos del sótano en donde nos habíamos refugiado en breve. Todos nos preparamos para salir, comimos bien, nos vestimos con la mejor ropa que habíamos traído con nosotros, pero, desafortunadamente, en la noche oímos misiles bombardeando la ...

... isla. Y fue así que perdimos todo contacto con el exterior. Hasta entonces teníamos señales el el móvil y mensajes de las instituciones de defensa estatales.
Frustrados y enfadados ese día mis compañeros de refugio se tomaron muchas cervezas y alcohol. El jovencito sacó porros para quien quisiera. El ambiente estaba tan tenso y se había hecho tan de madrugada que yo me fui a dormir a mi saco a la sala que hacía de dormitorio en el sótano. Pero al poco rato de cerrar los ojos, unas manos me estiraron de los brazos en la penumbra. Con las luces apagadas solo había destellos de las luces de emergencia en la sala, pero reconocí las voces de mis compañeros.
- ¿Qué te pasa que te vas a dormir tan tranquilo? ¿no te preocupa quedarte aquí más tiempo?
- A ti no te espera nadie ¿verdad? -dijo otro mientras alargó la mano y me dio un azote en el culo.
Entre otros dos giraron mi cuerpo boca abajo. Y uno silbó:
- Pedazo trasero tiene este hijoputa 
Se me acercó al oído con su aliento a alcohol el último de ellos y me susurro:
- No quieres estar con nosotros, por eso te fuiste temprano a dormir, pues ahora vas a tener que ...ya verás, vas a pasar un ratito bien a gusto, con nosotros, jeje

Me llevó una mano a su paquete y pude notar su dureza y grosor sobre la tela. Gemí angustiado, intenté forcejear, y les pedí que se tranquilizaran, pero el más joven rompió mis pantalones por detrás, dejando ver mi culo en ropa interior. Uno por uno comenzaron a azotar mi culo mientras yo jadeaba ...