1. Por la grandísima culpa de mi culo, debuté


    Fecha: 27/10/2025, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Puchita, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... asustado, sin saber qué hacer. Sintiendo la palma de sus manos sobre mis nalgas. Uno de los altos, el que no tenía barba, me quitó toda la ropa de cintura para abajo y así de espaldas a él, se chupó un dedo y me lo metió en el culo. Yo chillé:
    - Auug, ¡noooo!
    - Es virgencita la nena, nadie se lo ha estrenado todavía - decía mientras lo introducía y sacaba de mi ano con dificultad.
    - Como aprieta - y cada vez entraba mejor su dedo.
    - Suelta, ¿qué haces? No seáis maricones, déjame, déjadme ya. Para. Es asqueroso, guarro, para, para ya. - rogué nervioso.
    - Si se ve que te gusta, culona, qué estás hecha para esto. Para que te lo reviente, jeje.
    
    En eso gemí de gusto, porque el dedo se deslizó y chocaba contra mi próstata y me hacía masaje. Pronto metió dos y los otros me pasaban el paquete por la cara. Luego se sacaron las pollas los que estaban sujetando mis brazos y me la restregaron en mi boca. El que metía los dedos en mi culo se sentó en mi espalda y me sujeto los hombros. El joven me aplastó la cabeza hacia el suelo y entonces el rubio quinqui se colocó detrás de mí. Escupió en mi ano y acercó su capullo a mi culo. Empujó y me penetró la punta. Chillé desconsolado. Mi culo estaba sirviendo para su placer. Empujó más y se coló la mitad de su polla. Levanté el culo por instinto y pedí que parara. Apreté con el esfínter muy fuerte, para impedir la invasión ante el grosor y se detuvo. Pero solo para retroceder unos cms y después meterme todo el rabo de 14cm en mi ojete ...
    ... violado.
    - Ya está inaugurado oficialmente, su culo ya está listo para las pollas. Entró toda.
    Anunció con satisfacción y todos celebraron entre risas y comentarios burlones. Ahí me resigné y dejé de luchar, me relajé y sus embestidas contra mí sacudían mi culo y mis huevos. Sentía como chocaban los suyos y como salía y entraba su polla caliente; notando el grosor ajustándose a mí ano en la salida y abriéndome por dentro al meterla de vuelta. Sus embestidas se hicieron más rápidas y se deslechó entre gemidos de gusto, casi gruñidos. Pegando su ingle contra mí, como si quisiera meterme en el culo los huevos también. Se apartó y contempló el estado de mi ojal. Apartó con las manos mis nalgas y les enseñó a quien pudiera ver cómo estiraba como los pulgares mi ano abierto.
    
    - Venga, a llenarlo de leche y dejárselo destrozado. ¿Quién sigue? Este culo se merece todo eso y más.
    
    El siguiente fue el treintañero que parecía un leñador. Me la metió de un solo impulso mientras me llamaba culo gordo.
    - Si no quieres que te reviente el culo y se te quede abierto como una olla, gímeme y no te lo rompo, cariño, venga.
    
    Esa polla era mucho más larga y sentía que sí me daba muy deprisa me iba a sacar las tripas, así que obedecí.
    - No tan fuerte, por favor, despacio ay, hmmm, hummm, uii, uiii, despacito aaahmm
    Le gemí agudo mientras mi culo se alzaba como una vela cada vez que el me penetraba profundo, levantándome con su pelvis. Él se dió por satisfecho y me dio a buen ritmo, pero ...