1. Mi hija me sedujo y no me resistí


    Fecha: 16/03/2019, Categorías: Hetero Autor: arpharod, Fuente: CuentoRelatos

    ... se levantó, cerrando la puerta con seguro, luego con la mayor tranquilidad se despojó de la blusa, quedando en brassiere, después se quitó las pantalonetas. Karina quedo solamente en sostén y pantaletas un sugestivo conjunto azul, semitransparente, la sugerente panty era de un atractivo muy sexy, sobre todo por los lacitos a los costados, ya que si uno los soltaba, la pequeña prenda caería irremediablemente a sus pies. Karina sin mucha ceremonia se despojó del pequeño sostén, dejando sus turgentes tetas al aire, los hermosos pezones oscuros cubrían una buena superficie.
    
    -Viste que no hay problemas... total no estoy enseñando más de lo que viste esta tarde en la playa.
    
    -Solo que esta tarde... tenías puesto el sujetador del bikini...
    
    -Que bolas... papá tu amiguito se paró... desde cuando no ves un buen par de tetas
    
    -No... lo que pasa... como te explico... déjalo así... mejor apaga la luz y vamos a dormir
    
    -Si ya se, lo que vas a decir... que una cosa es tu mente y otra tu cuerpo... que son cosas involuntarias y bla bla
    
    -Algo parecido, pero mejor vamos a dormir...
    
    Karina continuaba allí a mi lado solamente en pantaletas, negándose a apagar la luz, mostrándome su cuerpo, como si fuera algo natural, el ajustado slip comprimía mi erecto pene, causándome una enorme molestia, sin pensarlo mucho me levante entre al baño que estaba dentro de la alcoba, rápidamente me quite los interiores, me puse nuevamente los pantalones, espere unos minutos a que mi erección se ...
    ... bajara un poco. Karina continuaba en la misma posición, tratando de no verla mucho me acosté dándole la espalda. Karina era terca como su madre y cuando se empecinaba en algo, no se quedaba tranquila hasta lograr su objetivo.
    
    Karina comenzó a pasarme su mano por mi espalda en lentas y arrulladoras caricias, el sutil roce de sus dedos sobre mi piel, estaba enervando mis sentidos, casi inconscientemente fui virando mi cuerpo hasta quedar boca arriba, la carpa que se formaba en el pantalón era la prueba más que evidente del estado de excitación en el cual estaba inmerso. La mano de Karina ahora acariciaba mi vientre, sus ampulosos pechos estaban en pleno contacto con mi antebrazo, estaba siendo seducido por mi propia hija. A mi mente volvieron como por encanto aquellos adormecidos recuerdos, cuando comenzó a mostrarme sus pantaletas al sentarse, sus provocativos abrazos, sus preguntas de doble sentido, sus continuos e incitantes restregones con sus duras nalgas, toda una odisea de la que logre salir ileso.
    
    Lentamente gire hasta quedar los dos frente a frente, ahora era yo quien acariciaba suavemente su angulosa cintura, deteniendo mis dedos sobre el pequeño lazo que sujetaba sus delicadas pantaletas, ella me miraba fijamente mientras su mano derecha se movía algo inquieta muy cerca de mi pene.
    
    -Karina que pasa si suelto este lacito
    
    -Pues... lo más seguro es que te pida que sueltes el otro.
    
    -Tú no te cansas de provocarme... a veces pienso que tu mamá tiene razón, que ...
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