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Ari: Prisionero de Mi Piel XVI
Fecha: 04/11/2025, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: EntreLineas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Tocaba la puerta, suplicaba, se golpeaba el pecho… pero al final se acurrucaba en el sofá, derrotada, llorando hasta quedarse dormida. Jordan, mientras tanto, se quedaba con Ari en la cama hasta el amanecer. La abrazaba con esa seguridad altanera, como quien sabe que no tiene rival, que el terreno ya está conquistado. Y Ari, acurrucado en su pecho, lloraba en silencio, sabiendo que estaba perdido… pero rogando en lo más hondo de sí que Jordan nunca lo dejara. La tensión en la casa ya no se podía ocultar. Los vecinos murmuraban, la madre apenas dormía, y Ari vivía en un vaivén de placer, culpa y sumisión. Una tarde, al escuchar la moto de Jordan estacionarse frente a la casa, la madre no soportó más. Lo esperó en la puerta, decidida a enfrentarlo. Jordan bajó de la moto con su típica sonrisa confiada, las llaves colgando de un dedo, caminando como si el barrio entero le perteneciera. La madre se le plantó enfrente, temblando, pero firme. Mamá (con voz fuerte, aunque se le quebraba): —¡Ya basta, Jordan! ¡No vas a entrar más a esta casa! (Jordan arqueó una ceja, la miró de arriba abajo y soltó una risa seca, casi burlona. Avanzó un paso y quedó frente a ella, imponente con su altura y su cuerpo marcado.) Jordan (con voz grave): —¿Y quién va a impedirlo? ¿Usted? ¿O su “hijita”? Mamá (desesperada): —¡Lo estás destruyendo! ¡Le quitas el dinero, la vida, la dignidad! ¡Lo voy a denunciar si sigues viniendo! (Jordan se inclinó hacia ella, tan cerca que la madre pudo sentir ...
... su respiración. La miró a los ojos con una sonrisa arrogante.) Jordan: —Denúncieme si quiere, señora. Pero pregúntese primero si su hijo la va a apoyar… o si se va a poner de mi lado. (La madre se quedó paralizada un segundo. En ese momento, Ari apareció en el marco de la puerta, con el rostro pálido, los ojos rojos de tanto llorar. Al verlos frente a frente, corrió y se interpuso entre ambos.) Ari (sollozando): —¡Mamá, por favor! ¡No hables así con él! Mamá (gritando): —¡Ari, abre los ojos! ¡Este tipo te usa, te roba, te humilla! ¡Es un delincuente! (Ari bajó la cabeza, con lágrimas cayendo por sus mejillas. Quiso decir algo, pero su voz se quebró. Jordan, aprovechando el momento, pasó un brazo fuerte por la cintura de Ari y lo atrajo hacia su cuerpo.) Jordan (burlón, mirando a la madre): —¿Ve, señora? Ella misma lo dice sin palabras. Me prefiere a mí. Mamá (desesperada, llorando): —¡Eres un monstruo! ¡Suéltalo! (Ari, en lugar de apartarse, se aferró más a Jordan, con la voz temblorosa.) Ari: —No… mamá… yo… yo lo amo… Jordan (susurrándole al oído a Ari, pero que su madre alcanzó a escuchar): —Díselo más fuerte… que quede claro que eres mía. Ari (gritando entre lágrimas): —¡Soy suya, mamá! ¡Lo amo! (Jordan soltó una carcajada que retumbó en la sala, luego tomó la mano de Ari y la llevó directo a la habitación, cerrando la puerta tras ellos. Afuera, la madre lloraba, mientras adentro la cama empezó a crujir y los gemidos de Ari llenaban la casa. Jordan marcaba su ...